Un viaje a los poblados de colonización del franquismo

beatriz antón FERROL / LA VOZ

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En la imagen, los arquitectos Andrés Patiño y Ana Amado, autores del libro editado por Turner con financiación del Ministerio de Agricultura
En la imagen, los arquitectos Andrés Patiño y Ana Amado, autores del libro editado por Turner con financiación del Ministerio de Agricultura KIKO DELGADO

La ferrolana Ana Amado y el coruñés Andrés Patiño sacan a la luz Habitar el agua, editado por Turner con el apoyo del Ministerio de Agricultura

16 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro años de investigación, muchos viajes y alguna que otra noche de desvelo pensando en cómo lograr financiación para su proyecto se encuentran detrás de Habitar el agua, el libro de cuidada edición y fascinante contenido que acaban de publicar los arquitectos Ana Amado y Andrés Patiño con el sello de Turner y el apoyo del Ministerio de Agricultura. A través de textos y fotografías, la ferrolana y el coruñés proponen un paseo por 33 de los más de 300 pueblos que alumbró de la nada el Régimen franquista al amparo del programa del Instituto Nacional de Colonización (INC). «Justo después de la Guerra Civil, en una época en la que la industria estaba caput, el Régimen quiso impulsar la agricultura construyendo pantanos y creando regadíos en zonas de secano, tomando como referencia un programa ya esbozado en la II República y el ejemplo del Agro Pontino de Mussolini», explica Amado.

Pero para dar vida a esos nuevos cultivos hacía falta mucha mano de obra y fue así como el franquismo movilizó a más de 55.000 familias que se convirtieron en colonos -emigrantes en su propio país- «que tuvieron que empezar de cero, estrenarlo todo, creando nuevas festividades y rituales», apuntan los autores.

A.AMADO / A.PATIÑO

Aunque en un principio lo que animó a Patiño y Amado a visitar esos 33 poblados de colonización que se asoman en Habitar el agua fue su arquitectura, muy innovadora y experimental para aquella época, lo que terminó de cautivarlos fue la historia de esfuerzo y sacrificio de los colonos, quienes solo tras cuarenta años de duro trabajo podían convertirse en propietarios de las viviendas y parcelas que se les entregaba por sorteo.

Por eso, Habitar el agua no solo pretende divulgar la revolucionaria arquitectura de aquellas localidades de nuevo sello y la historia de aquel programa agrario, sino también «rescatar del olvido y dignificar el trabajo de los colonos», según apunta Patiño. Para todo ello la obra se vale de decenas de fotos que llevan la firma de los dos autores, pero también de colaboraciones «estelares»: breves textos de figuras de prestigio como Antonio Fernández Alba y Fernando de Terán -los dos últimos arquitectos vivos de cuantos participaron en el programa del INC- Julio Llamazares, Nativel Preciado, Mari Ángeles Durán, Iñaki Bergera, o Antonio Pennacchi.