José Andrés Agulla, responsable del Labroatorio de Microbiología del CHUF: «Tuvimos muchísimo trabajo y era necesario hacerlo rápido»

Bea Abelairas
B. Abelairas FERROL

FERROL

JOSE PARDO

El espacio ha acusado mucho el trabajo derivado de la pandemia

14 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

José Andrés Agulla Budiño es el responsable del Laboratorio de Microbiología del CHUF, un espacio donde se ha acusado mucho el trabajo derivado de la pandemia. En medio de la crisis actualizaron y crecieron en recursos y personal.

-¿Cómo les ha afectado la crisis?

-Mucho y en varios sentidos, ha aumentado el volumen de muestras que recibimos y hemos ampliado los horarios que quizá fue el cambio más profundo: pasamos de trabajar de ocho a tres de lunes a sábado a trabajar de ocho a diez de la noche los siete días de la semana. Hemos necesitado contratar a más personal y hacer un esfuerzo los que ya estábamos. El espacio que ocupamos también se tuvo que agrandar para traer nuevos equipos.

-¿Las pruebas para el covid-19 añadieron alguna dificultad?

-El problema básicamente radicó en el volumen de trabajo, porque ya teníamos implantado todo lo necesario para realizar los PCR y teníamos aparatos, pero nos vimos desbordados por el número y la necesidad de una respuesta tan rápida. Estas pruebas salvo casos excepcionales no suelen necesitar de un resultado urgente, son pruebas laboriosas que llevan varias horas sobre todo cuando se empiezan a comercializar. Ahora ya estamos en este proceso más sencillo, pero al principio no era así. Tuvimos muchísimo trabajo y era necesario hacerlo rápido.

-¿Siguen con el mismo ritmo?

-Ahora lo hemos incorporado al día a día de nuestra rutina de trabajo, pero seguimos haciendo una media de unas 150 determinaciones de PCR al día para coronavirus más el trabajo habitual que tenemos en el servicio.

-¿Qué otras pruebas hacen?

-Tenemos un laboratorio de bacteriología, donde también se investigan hongos y parasitología; otro que hace exclusivamente microbacterias o tuberculosis y otro más que se dedica a la serología y a la biología molecular, el más cargado de trabajo.

-El covid-19 se va a quedar una temporada, ¿cómo han planteado el futuro del servicio?

-De momento estamos trabajando hasta las diez de la noche, pero en el futuro se ampliará el horario las 24 horas para dar cobertura a todas las necesidades que tiene el área, porque nosotros queremos que en adelante además de hacer detección de coronavirus podamos hacer detección de todo tipo de enfermedades infecciosas que requieran un resultado rápido.

-¿Cuánto tardarían?

-Los resultados más rápidos para el covid-19 se puede dar en media hora y estamos hablando de técnicas laboriosas que llevan su tiempo, es muy rápido para un proceso así. Después tenemos otra línea que da resultados en hora y media, mientras que para los pacientes ambulatorios del día a día tenemos los resultados en tres o cuatro horas.

-Han ido acortando estas esperas, al principio de la pandemia eran más largas...

-Claro, porque solo disponíamos de las técnicas artesanas que llevaban unas cuatro horas y además teníamos un gran volumen de muestras por analizar, después tuvimos un cuello de botella de una parte de la técnica, la extracción de los ácidos nucleicos, en el que sufrimos muchos problemas de desabastecimiento, porque no hay ninguna empresa española que tenga producción y dependíamos de otros países. A mediados de marzo estuvimos bastante apurados.

-¿Hubo más dificultades para conseguir material?

-Hubo bastante desabastecimiento con lo necesario para la toma de muestras de los pacientes, pero gracias a que tenemos un servicio de suministros que trabaja muy bien y ha buscado proveedores de estos productos por todas partes. Fue un poco agobiante el día a día con estas faltas y la presión de todos los clínicos, así como todos los cambios que hubo que hacer... Ha sido una época dura.

-¿Cómo lo han llevado?

-Si soy sincero a veces teníamos la sensación de estar en una montaña rusa: un día salía todo bien y al siguiente, todo lo contrario. Hubo momentos de agotamiento, porque fue mes y medio sin descansos, con nuevos problemas cada día, porque había que hacer trabajo urgente y buscar espacio para los equipos, un hospital es una organización compleja.... La mejor parte es el personal, que se ha volcado: hay gente que ha tenido que desatender a su familia para trabajar tardes, sábados y domingos... Todos han sido fabulosos, del personal de limpieza al carpintero.