Incívicos versus Sentidiño

Marta Seijas

FERROL

21 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es tiempo de incertidumbre, cada día amanecemos esperando nuevas noticias, nuevos protocolos y normas intentando retomar nuestra rutina en lo que se ha dado por llamar «la nueva normalidad», y es que mientras esperamos la alentadora noticia de la ansiada vacuna, y más allá de los insólitos giros del Ejecutivo de Sánchez, los ciudadanos afrontamos un futuro incierto que no va más allá del mañana.

Salimos a las ventanas, terrazas y balcones a aplaudir a los sanitarios y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en señal de agradecimiento y solidaridad, pero el comportamiento insolidario de una parte de la ciudadanía, ensombrece el clima de confraternidad que brotó espontáneamente a la par que la crisis del covid-19 nos azotaba con más virulencia.

En estas últimas semanas el uso de mascarillas y guantes se ha generalizado, y si bien es tan obligatorio como necesario el uso de las primeras y se han convertido en la imagen más icónica de la crisis sanitaria, el incivismo de algunos hace replantearse si somos conscientes de la magnitud del momento que estamos viviendo.

Son tristemente noticiables las denuncias de muchos operarios de limpieza y vecinos, que han advertido tanto en RR.SS. como en medios de comunicación, que se están encontrando guantes y mascarillas usados tirados por la calle. Este es un acto incívico que no solo supone la contaminación del entorno, si no que ayuda a la propagación del virus y aumenta el riesgo de contagio. Estos deshechos tirados en cunetas, carreteras o justo al lado de los contenedores demuestran que el ser humano, en muchas ocasiones, no es consciente del riesgo que genera.

La gestión de residuos durante la crisis del covid-19, es la primera e indispensable medida higiénica que debemos tomar, pero parece que algunos no son del todo conscientes de la repercusión que puede tener el simple gesto de tirar un guante o mascarilla al suelo. Es necesario separar tanto las mascarillas como los guantes del resto de la basura, meterlos en una bolsa de plástico, e inmediatamente introducirla en una segunda bolsa de basura. Además, deberá depositarse exclusivamente en el contenedor gris de la calle.

Antes de abandonar guantes y mascarillas en sitios inadecuados, piensa en todos esos profesionales a los que aplaudías diariamente, en esos vecinos que te acompañaban, en el bien común, en que no podemos bajar la guardia, simplemente es cuestión de #Sentidiño.