José Bello Lagüela: «Levo sesenta anos como sacerdote, e se nacese de novo volvería ser cura mil veces»

FERROL

José Bello Lagüela, que sigue en activo a sus 84 años de edad, fue ordenado sacerdote en el año 1960; y tuvo su primer destino en Ferrol, en la parroquia de Las Angustias
José Bello Lagüela, que sigue en activo a sus 84 años de edad, fue ordenado sacerdote en el año 1960; y tuvo su primer destino en Ferrol, en la parroquia de Las Angustias PEPA LOSADA

La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol celebra en la Red las bodas de diamente, de oro y de plata de sus párrocos, ante la imposibilidad de llevar a cabo, por la crisis del coronavirus, el acto previsto en el Seminario

11 may 2020 . Actualizado a las 18:04 h.

Esta mañana, el Real Seminario de Santa Catalina, en Mondoñedo, debería haber sido escenario del acto de homenaje a los sacerdotes de la Díócesis de Mondoñedo que celebran las bodas de plata (25 años), las bodas de oro (50 años) y las bodas de diamante (60 años) de su ordenación sacerdotal. Pero la pandemia de coronavirus ha hecho imposible llevar a cabo el acto. Aun así, la Diócesis ha querido rendir tributo a estos sacerdotes. Y lo ha hecho a través de la Red. Pero subrayando, eso sí, que el acto de homenaje no está suspendido, sino simplemente pospuesto, a la espera de que la situación sanitaria se normalice.

Los sacerdotes que celebran sus bodas de diamante, los ordenados en el año 1960, son nada menos que siete. Se trata de Luis Fole Freire, Alejandro González Vidueiro, José María López García, Lorenzo Martínez González, Luis Piñeiro Hermida, Restituto Prieto Verdes y José Bello Lagüela. Este último, Lagüela, canónigo de la catedral mindoniense y, en su día, histórico cura de Santa María de Neda, sí estaba hoy en el Real Seminario de Santa Catalina. Y además inmerso en un intenso ajetro. Pero no por las bodas di diamante de su ordenación, sino por otras razones bien distintas: él es el rector de la residencia sacerdotal que ocupa parte del Seminario mindoniense, edificio cuya hospedería reabre precisamente hoy, también, sus puertas. «Levo sesenta anos como sacerdote, e se nacese de novo volvería ser cura mil veces», dice Bello Lagüela a través del teléfono. «Teño 84 anos, pero se ninguén me manda retirarme, eu tampouco penso niso -añade-. Son o que quero ser. E facer o que se me diga. O sacerdocio foi a miña vocación sempre, e aí onde poida axudar -subraya-, sempre estarei contento». Nacido en la Terra Chá, en el municipio de Vilalba, Bello Lagüela dio sus primeros pasos en el sacerdocio en Ferrol, como coadjutor en la parroquia de Las Angustias. Pero allí permaneció apenas un año. Poco después, apenas un año más tarde (en 1961) ya ocuparìa su primer destino como párroco en tierras de Castroverde.Sacerdote muy querido, y siempre infatigable, Bello Lagüela es, a esos 84 años de edad que no aparenta, uno de los puntales sobre los que se sustenta, aun hoy, el cabildo de la catedral de Mondoñedo. Allí celebra misa a diario. Su actividad como canónigo la compagina con su ya mencionada labor al frente de la residencia sacerdotal (antes fue rector del propio Seminario), y también con la capellanía de la Adoración Nocturna. Hoy, festividad de San Juan de Ávila, patrono del clero, las felicitaciones le llegan... por teléfono. 

Además de los siete sacerdotes de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol que celebran en esta ocasión las bodas de diamante de su ordenación sacerdotal, tres sacerdotes más celebran las de oro: Cosme Insua López, José Carlos Moreno Barragán y Marino Parapar Lago, ordenados en 1970.Y otros cuatro sacerdotes, ordenados en 1995, las de plata: Manuel Ares Fernández, Manuel Escariz Magariños, José Ángel Fernández López y Antonio Rúa Saavedra.