«Cuando entrego los productos a las familias y me dan las gracias, siento que la labor que realizo es útil»

m. m. SANTIAGO / LA VOZ

FERROL

27 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Macarena Méndez es voluntaria de Cruz Roja desde el 2013 y su vinculación con la entidad, antes de la declaración del estado de alarma, estaba ligada a su labor profesional. Macarena es profesora, y pensó que esta circunstancia podía permitirle ayudar a los pequeños que, cada tarde, acudían a la sede de Cruz Roja para recibir refuerzo educativo.

Con la alerta sanitaria, las clases presenciales se suspendieron, y Macarena optó por prestar su ayuda «donde pasó a ser necesaria». Su labor ahora se centra en el reparto de alimentos y productos de higiene, pero también realiza otras tareas que permiten resolver problemas concretos. «Hace unos días fui a recoger una maleta con ropa a una casa para llevársela al hospital al padre de un niño que estaba ingresado por una intervención quirúrgica. La madre estaba en casa con otro niño y no podía salir. Son situaciones que se producen ahora, y que generan angustia, pero que podemos resolver sin dificultad», explica la voluntaria. En otra ocasión, recogió mascarillas en una farmacia para una persona que «al ser inmunodeprimida, no debe salir a la calle, pero las precisaba para una cita». Macarena Méndez insiste en que se trata de «echar una mano en cosas que puedo hacer sin problema, y que son de gran alivio para las personas».

El riesgo

Pese al riesgo que supone entrar en contacto con muchas personas sin tener claro quién está contagiado incluso sin saberlo, Macarena asegura que «lo llevo bien; tengo mascarilla y guantes, y no hay un contacto total, así que no tengo miedo. Cuando entrego los alimentos y me dan las gracias, me siento gratificada, porque veo que la labor que hago sirve para algo, es útil».

Su faena comienza en la Cocina Económica, donde «me dan, en unas cajas, los alimentos elaborados, y las direcciones de las familias para entregar los menús. Al llegar a la casa bajan las cajas del día anterior y dejo las nuevas. No hay contacto con ellos».

La voluntaria de Cruz Roja realiza su trabajo en la zona atendida por la asamblea de Santiago. Explica que las familias «son muy agradecidas, y te despiden con un "cuidaros"». Hace los repartos al mediodía, y no siempre es el mismo número, pero ronda una media de quince familias.

Otra de las labores en las que participa Macarena, y que ahora está paralizada, es el proyecto de animación hospitalaria, que se desarrolla durante los fines de semana, para acercar actividades de ocio, como talleres y juegos, a los niños hospitalizados.