El sector del libro impulsa la venta por Internet durante el confinamiento

L. C. FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

Los pedidos más frecuentes van dirigidos al entretenimiento de los más pequeños

13 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A la espera de poder reabrir sus puertas, el sector del libro busca alternativas para poder seguir respirando durante el tiempo de confinamiento derivado de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Y los canales de ventas permanecen abiertos a través de Internet. También en Ferrol, ciudad que durante las últimas décadas vio desaparecer librerías que, en algún caso (Helios, Quijote...), ya tenían un lugar propio en la historia cultural de Galicia, pero que no obstante aún conserva algunos de los establecimientos de referencia de toda la comunidad autónoma.

Desde la Central Librera de la calle Dolores, establecimiento con 70 años de historia a sus espaldas que en la actualidad regenta Alberto Justo, nieto del fundador, explican que la del confinamiento no es la primera situación difícil a la que se enfrenta el sector en una ciudad que ha padecido reconversiones industriales muy duras y que sigue perdiendo población. Y, en este sentido, apuntan que la situación que están viviendo ahora la afrontan como «un nuevo reto». En su caso señalan que las «ventas presenciales» suponen el «65 por ciento de su facturación». Pero que, no obstante, siempre han visto Internet como una «oportunidad», incluso han tenido un cliente que les compró, desde Tokyo, Método de gaita.

Aún así, comentan que la mayoría de pedidos provienen de la península y cada vez va cogiendo más fuerza el pedido local. Algunas de las compras que más se repiten estos días son las de padres que solicitan las lecturas escolares para sus hijos, «ya que la educación aunque sea desde casa no se detiene». Para los más pequeños de la casa también compran libros de entretenimiento y aventuras, destacan La diversión de Martina, Los futbolísmos, y cuentos de la editorial Kalandraka.

También la librería Cantón 4 apuesta, desde hace tiempo, por la venta a través de Internet. Mako Valle, una de las responsables del establecimiento, explica que, dentro de las cifras generales de facturación de su librería, las ventas por Internet aún representan un porcentaje muy bajo. Pero cree que es importante vender también a través de la Red, y muy especialmente durante estos días, para mantener el contacto humano con los clientes.

Y, mientras tanto, David Justo, propietario de las librerías Central Librera Real y Rosetta (esta última, especializada en libros de colección), dice que, para él, lo verdaderamente importante es «seguir pudiendo facilitar a los clientes los libros que necesitan». Pero a la vez insiste en que la mayoría de sus clientes prefieren el «contacto personal», y que están esperando a que la liberaría reabra sus puertas.