Jesús Quiroga: «La danza, tras unos años muy difíciles, vive hoy un gran momento en Galicia»

FERROL

José Pardo

Afirma que «crear es una vocación, una manera de existir, algo que está escrito en tu destino»

15 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Jesús Quiroga nació en Cartagena, en el año 1968, pero tenía aún muy pocos meses cuando su familia -su padre era oficial de la Armada, y llegó a Galicia para ocupar un nuevo destino profesional- se trasladó a Ferrol, ciudad que él considera la suya. Bailarín y coreógrafo, además de profesor en el Conservatorio de Danza de Lugo, lidera su propia compañía y desarrolla una intensa labor en el ámbito de la promoción de las artes escénicas, fomentando además el diálogo entre formas de creación como la poesía y la música. Tras haber colaborado, sobre el escenario, con formaciones como Milladoiro, dice que, para seguir caminando hacia el futuro es imprescindible apostar, siempre, por la creatividad.

-¿Qué momento está viviendo ahora el mundo de la danza en Galicia?

-La danza, tras haber pasado unos años muy difíciles, vive hoy un gran momento en Galicia. Hubo momentos muy duros, pero por fortuna eso ha quedado atrás. La situación de las artes escénicas no se parece en nada, por suerte, a la de hace una década

-Y ese cambio, ¿a qué obedece?

-El cambio obedece, sobre todo, a la aparición de un público muy estable. Un público que sabe valorar los espectáculos que se le ofrecen y que tiene una gran inquietud, un gran deseo de ver cosas nuevas. Hoy, cuando te subes a un escenario, ves que hay un público con una gran sensibilidad, que valora lo que estás haciendo. El entorno es distinto. Ha habido una evolución muy importante, y eso tiene mucho que ver con la educación.

-La crisis del mundo de la danza, de la que usted hablaba tan a menudo, ¿ha quedado definitivamente atrás...?

-Bueno, eso es necesario matizarlo. Que el momento sea bueno ahora, no quiere decir que la situación no pueda volver a cambiar de nuevo. Las dificultades siempre van a estar ahí. Pero, frente a todo ello, yo tengo perfectamente asumido que la vida está hecha de ciclos. Y los momentos de crisis también ayudan a incentivar la creatividad. Es más: yo diría, incluso, que la crisis es algo inherente a la creación artística. Crear es una vocación, una manera de existir, algo que está escrito en tu destino. Si has decidido entregar tu vida al arte, asumes que el camino suele estar lleno de dificultades.

-¿Qué lugar ocupa en su vida la docencia?

-Enseñar es algo muy importante para mí. Es mi profesión, como docente del Conservatorio de Danza, pero también una vocación, que no se expresa solo a través del propio conservatorio, sino también en otros muchos ámbitos. Me gusta que quien quiere acercarse al mundo de la danza encuentre mi ayuda siempre. Impulsar la formación de los alumnos es muy gratificante. Y eso es así tanto en la enseñanza reglada, como puede ser la de un conservatorio, como en la de las escuelas, en las que también nos ponemos unos objetivos muy altos.

-¿El público qué es, para usted?

-El público lo es todo. Es quien hace que esté vivo lo que tú estás creando. No concibo la creación sin público. El arte también es comunicación. No creamos para nosotros mismos. Creamos para quienes nos rodean.

-¿En qué instante termina la carrera de un bailarín?

-Eso depende mucho de cada uno. Nosotros nos cuidamos más que la inmensa mayoría de los deportistas de élite. Puedes bailar en etapas muy distintas, aunque no las mismas cosas, naturalmente. Y cuando nuestro tiempo pase, lo sabremos.