«Durante la crisis, las parejas no podían soportar el coste»

FERROL

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Emma González es abogada especialista en divorcios

13 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La abogada Emma González sostiene que el principal factor del incremento de los divorcios es fundamentalmente el económico. Y apunta que, «durante los años de crisis, las parejas no podían soportar el coste de un divorcio. «No me refiero a los honorarios de los profesionales, ya que también se redujeron los tramitados por el turno de oficio, sino al coste de separar gastos que hasta el momento eran compartidos», señala, precisando que supone pasar a abonar dos viviendas, normalmente una hipoteca que en su caso se pasaría a pagar por mitades, más el alquiler de otra, con la consiguiente duplicidad de gastos de agua, luz y gas. Añade que a ello se une el abono de pensiones de alimentos en favor de los hijos, y, en algunos casos, las pensiones compensatorias al cónyuge, lo que hacía prácticamente inasumible el coste para un importante sector de la población.

A su modo de ver, otro de los factores relevantes es el cambio de perspectiva de los Juzgados de Familia en cuanto a las medidas para con los hijos. «No podemos negar que había padres pero también madres que se lo pensaban dos veces, por la reducción del tiempo que pasarían en compañía de los hijos menores», apunta, ya que se daba por sentado que la guarda y custodia se atribuiría a la madre, disfrutando los padres de fines de semana alternos y la mitad de las vacaciones.

Este punto era, según esta profesional, el de mayor conflictividad y el que dilataba el procedimiento, creando un círculo vicioso que no mejoraba con la sentencia, que generalmente solía dejar disconformes a ambas partes.

Pero la perspectiva ha cambiado y, según Emma González, hoy en día la custodia compartida es la generalidad y los padres agradecen la posibilidad de poder organizar su nueva vida, atendiendo a sus necesidades.

Y apostilla que el papel de los abogados, contrariamente a la creencia popular, es el de lograr alcanzar un acuerdo, que les sirva para poner punto y final a una vida en común y comenzar una nueva etapa personal.