El equipo que prepara Emilio Larraz tan solo recibió tres goles en los siete últimos encuentros de la competición de liga
04 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Racing solo recibió tres goles en los siete últimos encuentros de liga. La defensa de cinco, que el técnico alterna con un clásico 4-4-2, ha dado sus frutos y el equipo es ahora mucho más sólido, ahí están los datos. También ha dado un paso adelante en los encuentros de A Malata, la asignatura pendiente de los ferrolanos, ya que se han ganado los dos últimos partidos en casa, Ibiza y Oviedo B. Aunque el Racing se ha mostrado muy fuerte en los partidos de fuera, la permanencia puede pasar por A Malata, en donde recibirá al Real Madrid Castilla, Celta B, Las Rozas, Peña Deportiva y Las Palmas B, salvo en el caso de Peña Deportiva, rivales directos por la salvación.
Miguel Villarejo, uno de los defensas del Racing, destaca el buen trabajo defensivo del equipo en los últimos encuentros. «En Segunda B, la clave es conceder muy poco -indica-, ya de cualquier ocasión te pueden hacer un gol. Hay que jugar muy juntos y buscar arriba los espacios, ya que tenemos a gente muy rápida. Es lo que tenemos que hacer, es un error caer en mucha posesión de balón o ocupar el campo. Tenemos que jugar a la espalda de la defensa rival y hacer contras. Además, tratar de materializar la que tengas arriba».
El jienense también destaca la igualdad que hay en este grupo primero de Segunda B. «Quedan once partidos por jugar y seguramente necesitaremos ganar cuatro victorias más y algún empate. En la parte media baja de la clasificación tendremos que jugar todos contra todos y ahí estará la salvación. Para mí, es muy importante mantenernos fuertes en casa y fuera pelearnos con todos, como hemos hecho desde que arrancó esta temporada. Tenemos equipo para lograr nuestras metas y estar tranquilos en los últimos encuentros de la competición. Trabajamos para conseguir, lo antes posible, los puntos necesarios».
El andaluz también habló del enfado del Emilio Larraz por el juego del equipo frente al filial del Oviedo B. «Es cierto que durante la semana el entrenador había hecho mucho énfasis en jugar a la espalda del Oviedo B, sin embargo, en la primera parte creo que nos liamos un poco en querer tener el balón más al pie, lo que favoreció su presión, ya que era un rival muy rápido. En el descanso lo corregimos».