Fondos de Malta y Lituania copan los juzgados por impagos de microcréditos

FERROL

C.L.

De los alrededor de 5.000 ausntos que ingresaron en los cinco órganos judiciales de Ferrol, en torno a 2.300 fueron juicios monitorios

19 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Fondos extranjeros, domiciliados principalmente en Malta, Lituania, Luxemburgo y Estonia, están copando los juzgados de Primera Instancia de Ferrol con reclamaciones por impagos de microcréditos y facturas. Se trata de empresas de menor entidad que las conocidas como fondos buitre, que son las que compran deudas de inmobiliarias y grandes firmas que van a la quiebra, pero operan de la misma manera, adquiriendo grandes paquetes de deudas de menor entidad. Es el caso de los múltiples microcréditos que se ofrecen sin comisión o con créditos muy bajos, así como facturas impagadas de telefonía, compras en supermercados o pagos con tarjetas de crédito.

Según la información facilitada por el titular del Juzgado de Primera Instancia número 4, Javier Tudela, del total de 1.000 asuntos que ingresaron en su juzgado a lo largo del 2019, los juicios monitorios, que en su mayoría son utilizados por estas empresas, han alcanzado la cifra de 458. La situación fue similar en otros órganos de primera instancia, por lo que el montante global se sitúa en torno a 2.300 juicios monitorios por reclamación de deudas.

El incremento de este tipo de procedimientos judiciales que se está experimentando en la actualidad se debe a que, a partir del próximo mes de octubre, el plazo de prescripción de estas deudas antiguas se limita a solo cinco años, cuando hasta ahora es de 15. De ahí la premura de estos fondos extranjeros en la tramitación judicial, ya que las deudas de más de cinco años que no hayan sido reclamadas a esa fecha quedarán prescritas automáticamente.

Y es que las empresas en cuestión se juegan mucho dinero, porque se han embarcado en operaciones de compras de deuda en bloque de uno, dos o incluso tres millones de euros, por el 3 % de su valor nominal.

Los fondos aludidos no suelen tener estructura en España y su negocio está exclusivamente en la compra de deuda, sin ofrecer ninguna ventaja a cambio del abono. No ocurre lo mismo con la entidad alemana EOS Spain, que también compra deuda en toda Europa, pero ofrece facilidades de pago e incluso puede llegar a perdonar los intereses.

Pero estos procedimientos no siempre se cierran con la liquidación de las deudas, porque, a diferencia de lo que ocurre con las ayudas familiares a hijos o parejas fijadas en sentencia de separación o divorcio, a las que hay que hacer frente inexcusablemente, los salarios bajos o las ayudas económicas no son embargables.

De hecho, a raíz del último incremento del salario mínimo interprofesional se levantaron una gran cantidad de embargos que estaban en curso.