El problema obliga a cortar de forma recurrente el acceso desde la rotonda de Franza para garantizar seguridad
30 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Las bolsas de agua que se forman en la vía rápida de Mugardos se están convirtiendo en un quebradero de cabeza para los cientos conductores de este municipio y los de la vecina villa de Ares que intentan incorporarse al vial. Con poco que llueva, los anegamientos obligan a cortar el vial. La última vez, ayer mismo. Un problema que llegará en breve al Parlamento de Galicia, aunque la Consellería de Infraestruturas ya planea soluciones.
En la carretera (VG-1.2), que conecta Mugardos con el polígono de Vilar do Colo y por la que circulan a diario unos 1.700 vehículos, según datos del plan de aforos de la Xunta, afloran los problemas en cuanto se producen lluvias. Fundamentalmente en la zona de Franza.
El BNG acaba de presentar una pregunta, para su respuesta oral, al Gobierno gallego referida a los problemas que se registran en la incorporación a la vía de alta capacidad desde la rotonda existente en eses punto, donde confluyen los viales procedentes de las villas de Ares y Mugardos, así como de la zona de San Xoán de Piñeiros.
En esa zona, según sostienen, «evidénciase unha problemática resultante dun defecto constructivo estructural -neste caso de evacuación de augas- e que provoca que ese carril de entrada quede anulado» con los consiguientes perjuicios de tiempo y de consumo. Sin ir más lejos, sucedió ayer mismo por la mañana. Una vez más, el volumen de agua apozada hacía imposible acceder a la vía de alta capacidad y la Policía Local de Mugardos se vio obligado a intervenir, desviando el tráfico.
Problema estructural
Y es que, tal y como afirman desde el BNG, «a zona que debería servir de desaugue atópase normalmente ao nivel da estrada co que a pouca choiva que veña, hai inundación».
También el regidor mugardés, Juan Domingo de Deus, señala que, tras su llegada a la alcaldía, ya se puso en contacto con el director de Infraestructuras para que se adopten medidas referentes tanto al firme como a la recogida de pluviales.
Desde la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, reconocen la existencia de un problema de diseño en determinados tramos del vial -la cuneta tiene poca pendiente, lo que ocasiona desbordamientos- y apuntan que los técnicos están estudiando ya soluciones para mejorar el drenaje en el punto kilométrico 4.
Desde la consellería, que en las últimas semanas se procedió a retirar de los taludes los restos del temporal, anuncian que se adoptarán medidas para solventar de una vez un problema que se remonta al origen del vial, abierto en 2005, y que constituye un problema importante para la seguridad vial en el vial.