Justo Puentes instala este nacimiento desde hace tres décadas y ahora lo ha regalado al hospital Juan Cardona
19 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Hace 30 años que Justo Puentes instala un nacimiento muy especial en Caranza. Un Belén para el que trabaja todo el año en su casa construyendo pieza a pieza y dándoles movimiento, como sucede con un taller de alfarería, el caudal de un río y hasta el borboteo de un pote en la lumbre. «Este año se lo he regalado al hospital Juan Cardona, porque ya no tenía un lugar en el que almacenarlo», explica poco después de volver de un hospital que lo ha colocado en un espacio preferente. Cada día Justo se encarga de acudir a las diez de la mañana para encender unas luces que apaga a la una y que vuelve a activar a las cuatro, después de comer. «Por la tarde vamos para allí los dos», cuenta Mari Carmen Pereira, la esposa de Justo y la persona que lo animó a aprender la técnica del cartón piedra cuando Justo tuvo que jubilarse a los 60 años de su puesto en Bazán.
«Tiene una habitación en su casa en la que trabaja todo el año, siempre pensando cosas nuevas», explica Mari Carmen, que destaca que incluso ha construido una reproducción de la ermita de Caranza actual y de la antigua. Los dos viven muy cerca de un centro hospitalario que ha hecho posible que este Belén pueda seguir instalándose cada Navidad, porque un desacuerdo con la asociación de vecinos lo obligó a cambiar de ubicación. «Antes que en el local de la asociación de Caranza lo coloqué en el Santiago Apóstol de Narón», detalla un artesano navideño al que la afición le viene de lejos, ya que la aprendió de niño con sus padres en Neda.