El gobierno local comunicó el lunes las acciones realizadas para intentar atajar el problema
07 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La piscina de Caranza reabrió ayer de nuevo casi tres semanas después de ser clausurada, tras detectarse niveles de CO2 por encima de lo permitido. Las mediciones realizadas al mediodía permitieron que los usuarios retomasen la actividad por la tarde en el vaso del complejo polideportivo Javier Gómez Noya. Técnicos de Sanidade comprobaron que la diferencia de dióxido de carbono entre el aire exterior y el interior del complejo era de 36 partes por millón, cuando lo máximo permitido son 500.
La inspección llegó después de que el Concello de Ferrol hiciese público un comunicado en el que el concejal de Deportes, Antonio Golpe, acusase a la Xunta de retrasar la reapertura de la piscina. El gobierno local comunicó el lunes las acciones realizadas para intentar atajar el problema, consistentes en la renovación de los 28 filtros de central humidificadora, que a partir de ahora estará controlada por una persona cualificada, que contará también con una asistencia externa.