Ferrol aún recuerda al Franco aviador

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

CESAR TOIMIL

Un monolito en el Cantón y una placa perpetúan la memoria de Ramón, el hermano que hizo sombra al caudillo

03 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferrol aún tiene dos monumentos recordando a Franco, aunque se trata de Ramón, el hermano del dictador. Un pionero en la aviación que era famoso casi dos décadas antes que Francisco Franco, ya que se convirtió en el ferrolano que completó el primer vuelo transoceánico de la historia en 1926. La gesta fue a bordo del Plus Ultra, un hidroavión de la casa Dornier en el que consiguió completar un viaje entre Palos de la Frontera, en Huelva, y Buenos Aires. Recorrió 10.270 kilómetros en casi 60 horas con varias escalas y fue recibido en el Mar del Plata por una multitud entusiasmada.

La historiadora Manuela Santalla recuerda que tanto Ramón, como sus cuatro hermanos pasaron su infancia en Ferrol con su madre: «Su padre se marchó a Madrid para vivir con otra mujer y los hermanos se quedaron en Ferrol: Francisco era como su madre, muy católico, mientras que Ramón se parecía a su padre, divertido, un poco masón y con muchas ideas progresistas».

Republicano

En política fue un republicano convencido, anticlerical y antifascista. Cuentan las crónicas de la época que llegó a sobrevolar el Palacio Real con la idea de un bombardeo en la cabeza, aunque se detuvo al ver que niños en los jardines. Fue además diputado por ERC y un dandi con mucho éxito entre las mujeres. Nada que ver con su hermano. Muchos libros reseñan que en los años 30 era Francisco Franco el que vivía a la sombra de Ramón, al que aplaudía todo el mundo. Algo más que patente en Ferrol, donde el aviador ya tenía en 1928 un monumento (sigue en pie en el mismo lugar), que se inauguró en el Cantón apenas un año después del vuelo del Plus Ultra. Otro investigador, Guillermo Escrigas, cuenta en sus publicaciones que su vocación como piloto le surgió cuando vio a otro aviador gallego, José Piñeiro, en una exhibición con motivo de la botadura del Alfonso XIII en Ferrol.

Ramón Franco tenía un perfil humanista que lo llevó a convertirse en académico de honor de la Real Academia Gallega con sede en A Coruña. Tras su muerte el 28 de octubre de 1938 La Voz publicaba una amplia crónica en la se daban cuenta de las diferencias ideológicas con su hermano, al que, sin embargo apoyó en el golpe de estado. «Contagiado por la fiebre republicana que desde 1931 contaminó a algunos españoles, intervino indirectamente en la política, pero pronto se dio cuenta del rumbo que había emprendido el país en manos de los dirigentes republicanos. El Movimiento Nacional de julio de 1936 lo encontró en Estados Unidos, pero se trasladó inmediatamente a la España nacional para sumar su nombre glorioso y sus conocimientos extraordinarios sobre la aviación a la causa de la liberación de nuestra patria del yugo bolchevique», contaba La Voz hace 81 años.

Un accidente bajo sospecha

Las diferencias entre ambos siembran dudas sobre el accidente que tuvo lugar poco después de que Ramón Franco despegase de la base de Palma de Mallorca con la misión de bombardear Valencia.

El avión se precipitó en picado desde 4.000 metros al Mediterráneo. La versión oficial, muy cuestionada, hablaba de un «agarrotamiento de los mandos» de la aeronave. Voces republicanas aseguraron que el accidente se «preparó» por orden de su hermano, Francisco Franco, que temía que Ramón lo traicionase, a pesar de que dejó el bando republicano por lealtad familiar. Su otra hermana, Pilar, afirmaba que fue la masonería internacional la que mandó matar al pequeño de la familia obligándolo a cambiar de avión en el último momento por un supuesto problema en la rueda: «Él sabía que iba a la muerte, porque estalló la bomba masónica», asegura en una grabación que existe sobre un accidente que todos los bandos reconocen que fue provocado. De hecho, las crónicas cuentan que Ramón se despidió por radio: «Pepe, di a la base que vamos a morir».