«Parecía más un campus universitario que una escuela militar»

Manuel Arroyo Alves
Manuel Arroyo FERROL

FERROL

CESAR TOIMIL

El capitán de navío retirado Manuel Sánchez-Moraleda fue el primer director del centro

20 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En 1975 pisó Ferrol para hacer un curso y se quedó «prendado» del destino. Manuel Sánchez-Moraleda (Sevilla, 1940), capitán de navío retirado, fue el primer director de la Antonio de Escaño, la antigua Escuela de Energía y Propulsión (Esepa), abierta en 1994. 

-Usted inauguró la escuela como primer director. ¿Qué supuso para su trayectoria militar?

-Fue lo más importante de mi carrera. La guinda del pastel. El destino más bonito que tuve y en él acabé la parte activa de mi carrera.

- ¿Cómo fueron los inicios del centro de formación con mayor capacidad de la Armada?

-La escuela estaba en el Cantón. Era la escuela de Máquinas. Los directores pedían a Madrid una solución porque no se cabía. Llegó a tener 2.000 alumnos. Así que después de muchos estudios convergieron las necesidades de espacio y de adiestramiento y a comienzos de los 80 se dio luz verde al proyecto. En el 81 llegaron los primeros presupuestos para levantar una escuela nueva en una zona de Caranza que pertenecía a la Armada. En el 93 se cerró por completo la escuela del Cantón.

-La ciudad también celebró el hito. ¿Cómo vivió ese día?

-Vino el rey Juan Carlos a inaugurarla. Era una escuela moderna, del siglo XXI. Causó admiración. Venían los guardiamarinas ingleses y se quedaban alucinados. Parecía más un campus universitario que una escuela militar. A la inauguración acudió muchísima gente y por la tarde visitamos el ayuntamiento. La plaza de Armas estaba a tope. Fue muy bonito.

-Coincidió con el auge de la tecnología, la informática, Internet... ¿estaban preparados?

- Fue un centro pionero. En el 95 me acuerdo de la alegría que tuvimos porque logramos que nos dieran cuatro ordenadores. Aquello fue una locura. Hubo que habilitar un aula, empezar a enseñar a la gente… tuvimos que mandar a un suboficial a Cartagena porque la aplicación primera que tuvo este mundo digital eran los simuladores de los controles de los barcos. A partir de ahí, fue todo muy deprisa.

-¿Qué recuerdo guarda?

- Toda mi carrera la había hecho con personal del servicio militar obligatorio. Nos volcamos con esa gente que ahora venía, futuros profesionales, que eran voluntarios y voluntarias. El resultado que daban en los barcos era magnífico. Me quedó grabado.