Luis García, el pontés de los diez maratones

María Meizoso AS PONTES

FERROL

En cinco años, ha logrado completar una decena de carreras de larga distancia. ¿La última? En Berlín

15 oct 2019 . Actualizado a las 09:29 h.

Hace dos semanas coronó su décimo maratón. El pontés Luis García Ríos suma y sigue. Con una nueva hazaña para su particular palmarés. Ese que promete seguir engordando. Antes fue Sevilla, Valencia, A Coruña, Lisboa, San Sebastián... El joven se calza sus deportivas después de cada jornada laboral. Lo hace en Oviedo, en donde ejerce como ingeniero en una empresa de construcción hidráulica. ¿Su apodo? Flecha. ««Me lo pusieron en el club de rugby Fendetestas, con ellos empecé en el deporte en el año 1999. Aunque lo curioso es que escogieron ese nombre porque era rápido, en cuanto a velocidad, no por mantener un ritmo constante», recuerda. Sin duda, todo un presagio.

-¿Por qué Berlín?

-En Europa es una de las más importantes, así que me apetecía que el décimo maratón fuera especial. El 29 de septiembre nos reunimos allí 47.000 corredores. Es una de las seis Majors, las más importantes del mundo.

-¿Qué experiencia se trae de allí?

-Increíble. Desde el kilómetro uno disfrutando de la carrera, aunque al final sufrí mucho. La ciudad se vuelca y también se trata de disfrutar de ese ambiente. No solo del durante, sino también del previo y de lo posterior.

-En su caso, ¿como se prepara?

-Este tipo de objetivos requieren de una planificación. Sin eso, no puedes llegar con garantías. A principio de temporada, sobre noviembre y diciembre, organizo lo que voy a hacer durante el siguiente año.

-Eso significa que en unas semanas le tocará decidir.

-Efectivamente, en nada tocará hacerlo. Ya estoy inscrito al Northwest Triman de As Pontes y también me apetece hacer otra vez Sevilla, porque me gustó mucho. Sería ya la tercera vez. Y también Berlín, es otra que repetiría. Por el medio, habrá alguna carrera menos exigente y más para disfrutar.

-¿Algún susto que le haya hecho replantearse seguir?

-Me operé en 2017 de la rodilla y, con el problema que tengo, no es muy recomendable correr. Voy con cautela e intentando no hacerme daño, pero no me planteo bajar el ritmo. Mientras el cuerpo aguante, seguiré.

-La familia, ¿es la gran sacrificada?

-Sin duda, en mi caso, la gran sacrificada es Majo, mi mujer. Aunque yo tengo la ventaja de que por semana estoy fuera y aprovecho para centrarme en el entreno. Pero ella fue la que me metió en el gusanillo en 2014, así que estoy en esto gracias a ella. Es la primera que está ahí apoyándome. Sin su ayuda no sería posible.