Una terapia para evadirse con arte desde las habitaciones de oncología

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL

R. P.

Asotrame inicia en el Chuac un taller con metodología «arteterapéutica» para enfermos que están aislados

17 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace dos años que la artista y terapeuta Rebeca Ponte lleva a cabo en el programa Oncofrail en colaboración con los oncólogos Francisco Barón y la doctora Goretti Pazos del servicio que dirige el doctor Luis Miguel Antón Aparicio en el Complejo Hospitalario de A Coruña (Chuac). En breve comenzará una actividad nueva con Asotrame de la que se podrán beneficiar los pacientes del área ferrolana, que deben acudir al centro hospitalario coruñés para los tratamientos de oncohematología.

Los nuevos talleres se denominan Arte y emociones, pero serán un poco más especiales, porque muchos de los participantes se encuentran en habitaciones aisladas. Rebeca cuenta que para esta nueva experiencia se han actualizado los protocolos de seguridad para que no exista riesgo alguno cuando ella entre cada estancia para explicar cómo evadirse con arte. Normalmente en cada habitación hay una caja repleta de colores, de barro especial y de láminas en las que enfermos que -incluso los que están muy afectados- pueden dibujar, esculpir o garabatear con los ánimos que va insuflando Rebeca. «Para los pacientes que están en aislamiento se contarán con láminas, lápices y pegamento especial para que se cumpla con una normativa que también me he estudiado bien», explica una terapeuta que incide mucho en la preparación que ha seguido antes de lanzarse a esta actividad que cuando es necesario se realiza a pie de cama.

Cuenta que se ha formado con un máster y un posgrado para «conocer su lugar en cada habitación y saber qué no debe decir». Y así va proponiendo cada semana tareas que a veces comienzan solo escuchando sonidos del bosque, otras evocan un paseo en globo y en algunos casos no implican esfuerzo alguno, sino solo pensar en estar bien. «Es muy importante que puedan decir que no a algunas sesiones, porque también se puede crear con la imaginación -detalla-. La idea es crear un espacio seguro para que haya un encuentro de la persona con su parte creativa, para poder abrir una puerta al diálogo y la expresión de las emociones. He estado pintando con enfermos en tratamiento paliativo y la actividad es una liberación para ellos», explica una terapeuta que también trabaja en el Materno Infantil.

Rebeca presume de los resultados: el 83 % de los enfermos que siguieron sus sesiones de arte las calificaron con un muy bien y con un bien el 23 % restante.