El gobierno descarta construir el aparcamiento disuasorio de Canido

Carmela López
Carmela López FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

El equipo de Mato es más partidario de explotar al máximo el Sánchez Aguilera

27 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El proyecto de construir un aparcamiento disuasorio en unos terrenos privados de la zona Canido que había anunciado el anterior gobierno de Jorge Suárez no figura en las previsiones de los actuales responsables municipales. El equipo de Ángel Mato no es partidario de esa intervención, porque considera que el antiguo cuartel Sánchez Aguilera ofrece muchas posibilidades y se muestra dispuesto a explotarlas al máximo y, a mayores, el asunto está judicializado.

De ahí que la iniciativa que en el pasado mandato se presentó como una gran propuesta para compensar la pérdida de plazas de estacionamiento por el cierre del párking subterráneo de Armas en agosto del año pasado solo tendrá continuidad si el expediente se encuentra en un estado irreversible. Y es que, según se indica desde el Concello, el gobierno local tiene mucha preocupación por cumplir la legalidad y el hecho de que el proyecto del aparcamiento disuasorio esté judicializado no es una cuestión que invite a dar continuidad a la intervención.

Además, el equipo del alcalde sostiene que los terrenos del Sánchez Aguilera, situados a 400 metros del corazón de la ciudad, ofrecen muchas posibilidades para habilitar una zona de estacionamiento más amplia que la actual y en mejores condiciones, una vez que se firme el convenio con el Ministerio de Defensa. En esta línea, se indica que las 320 plazas actuales podrían pasar a ser bastantes más.

El anterior gobierno había comenzado a hablar de habilitar un aparcamiento disuasorio cerca del centro a mitad del mandato. Hasta meses después no se informó de que para ello se alquilarían unos terrenos localizados entre las calles Alegre y Pardiñas, en los que se invertirían algo más de 113.000 euros para habilitar 165 plazas, entre coches motos y bicicletas. En julio del año se anunciaba en el pleno que el alquiler de la parcela ya estaba cerrado y que las obras se ejecutarían de inmediato.

La intervención consistiría en la pavimentación de toda la superficie con un material terrizo conglomerado de vidrio reciclado, la preparación de loa accesos mediante celosía de césped, la recogida de las aguas pluviales y su conexión a la red municipal, así como la colocación de correas de pino para delimitar las plazas de estacionamiento.

Pero la Xunta de Goberno no aprobó el proyecto hasta el 17 de septiembre y después se iniciaron los trámites para la contratación de las obras y en mayo, a veinte días de las pasadas elecciones municipales, se celebró una mesa de contratación para abrir los sobres con la documentación de las empresas interesadas en construir el aparcamiento. Y ahí se quedó todo, porque vino el relevo y el nuevo gobierno socialista no tiene intención de darle continuidad.