El voto inútil

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL

09 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La política conservadora de este país está inmersa en una grave crisis de resultados, y lo que es peor, amenazada por la serpiente totalitaria que está incubando en la derecha sus huevos y ya tiene crías en Andalucía. Pero es posible detenerla. Los españoles así lo entendieron dando mayorías en las recientes elecciones a la izquierda política, porque defienden la dignidad de las personas y el bien común de la verdad, que además de ser ideales políticos lo son también morales. Y este país está compuesto por millones de mujeres y hombres, y muchos lo están pasando mal a pesar de que todos los días van al trabajo, pero siguen asfixiados con unos salarios que llegan para alcanzar el fin de mes con desventaja.

Obviar esta realidad es el peor pecado que vino cometiendo la derecha política, y lo está aprovechando la izquierda corrigiendo los problemas de las personas, que son cosa sagrada, y con hechos concretos. Ahí está el aumento del salario mínimo o las revisiones de las pensiones, que dicen claramente por donde van unos y por donde iban otros. Y como este problema es político y también moral -repito- después de elegir a los mejores en las municipales, uno ya respira más tranquilo y se puede dedicar mejor a sus ocupaciones habituales. Y como cabía esperar en Ferrol, que tiene muchos ciudadanos que son de la izquierda razonable, otra vez sobresalieron los tres partidos, una suma de tribus que mantienen sus identidades y que vuelven a encadenar otro mandato en la corporación. Y como es sabido, o debiera saberse, hubo otros tantos partidos de derechas, pero aquellos van a colocar de edil mayor a un hombre de formación humanista, que ya fue concejal y senador, Ángel Mato, que tiene preparado su gobierno con gente de estímulos frescos y un lobby potentísimo de mujeres que, seguro, aportarán mil cosas a la ciudad. Además contará con importantes colaboradores en IU, aunque esta vez se cuenten con los dedos de una mano amputada, pero tienen mucho oficio en estos menesteres. Y los nacionalistas, que al parecer tampoco quieren comprometerse en el gobierno, pero le darán oxígeno y de vez en cuando leves pellizcos de monja.

Luego está el caso de Rey Varela. Con tanto voto inútil, pero está enrocado en la ciudad. Asumirá la responsabilidad en la oposición. Conoce a fondo los problemas de la Administración. Ello supone una buena aportación al rasero de la política en la corporación, que experimentará un salto cualitativo. Enhorabuena a todas y a todos.