La playa no fue rival para la fiesta de la democracia

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL

Hasta las mascotas se acercaron a las urnas, que registraron más público que las últimas municipales

26 may 2019 . Actualizado a las 21:19 h.

Un domingo de playa de mayo no fue rival para la fiesta de la democracia y en casi todos los municipios los electores se organizaron para votar antes o después de sus planes de ocio. Así lo reflejaron los avances de participación que fue dando el ministerio y en los que la mayoría de los concellos de Ferrolterra quedaban un punto (o incluso dos) por encima de los datos del 2015. Aunque en la comarca del Eume los electores se lo tomaron con más parsimonia, tal vez porque tenían más arenales o planes en plena naturaleza tentando más que los colegios electorales.

Como siempre, los alcaldables fueron madrugadores y en la mayor parte de los casos habían depositado su voto y despachado con la prensa antes de media mañana. Al igual que buena parte de las aficiones de los equipos locales, los políticos de Ferrol tuvieron una jornada repleta de emoción, ya que por la mañana atendieron a vecinos y medios de comunicación a pie de urna, mientras que por la tarde estuvieron pendientes de unas citas deportivas en las que la ciudad se jugaba mucho. Tanto, que en las gradas repletas del Racing se pudieron ver caras de la política local.

CESAR TOIMIL

En familia

El refugio de casi todos los candidatos fue la familia, que muchos echaban de menos tras unas semanas de trajín entre actos electorales, debates y actividades de la campaña. Hubo quienes los llevaron de ayudantes y los auparon para que introdujesen el voto en la urna. Como ellos, no fueron pocos los que combinaron un paseo con los de casa con la actividad electoral. Es más, también muchas mascotas se acercaron a los colegios para acompañar a sus dueños. El resumen fue el de una plácida jornada en la que los problemas solo tuvieron que ver con la colocación de papeletas en algunos colegios y las caras de envidia de los componentes de las mesas cuando miraban el sol que se colaba por las ventanas. Eso sí, en algunos espacios tuvieron ayuda especial en forma de dulce, como los mantecados de As Pontes que sirvieron de merienda en el Concello de San Sadurniño para sobrellevar una jornada a la que siguió una noche de recuento con gran expectación.