Más de un tercio de la corporación municipal dimitió antes de que expire el mandato
05 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Nueve de los veinticinco representantes que los ferrolanos escogieron en las urnas hace cuatro años ya no lo son. La marcha de la socialista Beatriz Sestayo para ejercer como gerente de Suelo Empresarial del Atlántico (SEA) se suma a los ocho abandonos previos que suma la corporación en un mandato convulso que ha cambiado el rostro de más de un tercio del arco municipal. No se había llegado al primer año cuando ya habían salido por la puerta cinco ediles, y antes del ecuador ascendían a siete. Cuando parecía que la renuncia del popular Alejandro Langtry cerraría en septiembre el capítulo de concejales dimisionarios, la portavoz municipal del PSOE ha puesto el broche, al menos por el momento.
Motivos laborales y personales fueron esgrimidos para justificar las salidas, aunque en algunos casos escondían divergencias políticas. El grupo mayoritario, el PP, lo fue también en el número de renuncias, cuatro y de peso: José Manuel Rey Varela -en octubre de 2015 para ser conselleiro de Política Social-, Diego Calvo -en noviembre de ese año para repetir como delegado provincial de la Xunta-, Guillermo Evia -en enero de 2017, por motivos laborales- y Langtry, en su caso por discrepancias con su hasta entonces partido, y ahora convertido en el virtual candidato de Ciudadanos a la alcaldía.
Ferrol en Común perdió a María Teresa Riveira por motivos personales y de salud, en diciembre de 2015, y a Eugenia Freire, que alegó motivos laborales en abril del 2016 y renunció al mismo tiempo que Felipe Sas, independiente del PSOE, que se escudó en un futuro trabajo en Turquía aunque meses después criticaba duramente a Sestayo. También se fue la concejala del BNG Eva Espiñeira, que dijo no poder compaginar su labor municipal con su trabajo. Los cuatro partidos hicieron correr sus listas para cubrir las vacantes dejadas.
Los relevos
Permitió que se convirtieran en ediles José Pedrouzo (PP), Fernanda Losada (PP), Luis Victoria (FeC), Saínza Ruiz (FeC), Germán Costoya (PSOE), Alejandro Padilla (PP), Roberto Montero (BNG) y Ana Leira (PP). Así se hará también en esta ocasión.
El número siete de la lista que encabezó Sestayo, María Reyes Lage Vilar, está llamada a ser la nueva concejala socialista, aunque no está claro si llegará a serlo. Los tiempos aprietan en la recta final y al mandato solo le quedan en agenda dos plenos: el ordinario de fin de mes, que dará cuenta de la renuncia de Sestayo, y uno extraordinario días después para realizar el sorteo de las mesas electorales para el 26M. El nombramiento de la nueva edila podría producirse en esa sesión, pero todo dependerá de la diligencia de la Junta Electoral Central en proponer el nombre del relevo. O de si se convoca alguna otra sesión extraordinaria.
La renuncia de Sestayo se oficializó ayer y a partir de ahora comienza el trámite burocrático para su sustitución. El nombramiento de la secretaria general del PSOE local en su nuevo cargo se produce cuando aún está vivo el conflicto por la lista electoral después de hubiese conseguido introducir el nombre de dos afines en la candidatura del aspirante a alcalde, Ángel Mato. La intervención del secretario general del PSdeG-PSOE, Gonzalo Caballero, fue crucial para conseguir que Ferraz diese el visto bueno a lo que Sestayo asegura que es una lista de «integración» pero que ha supuesto un nuevo conflicto en el PSOE local, con amenaza de dimisión del candidato y de su lista incluido, aunque todo apunta a que la candidatura ya no se tocará.
El puesto en SEA es un nuevo aval de Caballero a Sestayo. Y le permitirá a la ferrolana cobrar un salario de 55.000 euros brutos al año, frente a los 21.141 que percibía como concejala, a los que hay que sumar los 6.087 que ingresaba también como representante municipal en el consejo del Puerto.
