La cofradía de Cedeira alerta de un incremento del furtivismo en la ría

A. F. C. CEDEIRA / LA VOZ

FERROL

José Pardo

La pesca sin permiso o en períodos de prohibición es un problema en toda la zona

08 mar 2019 . Actualizado a las 19:10 h.

La Cofradía de Pescadores de Cedeira recuerda estos días en sus redes sociales «que está prohibido mariscar en todos los arenales de las playas de Cedeira, Ensenada-Esteiro y Vilarrube. Se multará en caso de incumplimiento». El pósito lanza este mensaje tras advertir un repunte del furtivismo. «Es una constante, pero últimamente va a más y por eso estamos intentando publicitarlo, porque hay gente que cuando se le acerca el vigilante le dice que no sabía que no se podía [mariscar]», explican desde la entidad.

La pesca o el marisqueo sin permiso o en períodos de prohibición es un fenómeno extendido. «Ahora mismo, con el mal tiempo, no vamos nosotros [los profesionales] y tampoco los furtivos», señala Juan Carlos Pardo Galdo, percebeiro de Cariño. «El mayor problema se da en verano, con el buen tiempo, cuando hay más demanda y pueden colocar [el percebe] mejor», añade. El oleaje complica mucho el acceso a las piedras, pero apenas afecta en el interior de las rías.

En Ferrol «es un problema todo el año», asegura la patrona mayor del pósito, Isabel Maroño. «No es que lo tengas asumido, pero no sabes qué hacer, es algo a lo que te acostumbras [...]. Afecta a cualquier especie extraíble, comible y vendible, tanto para el que bucea como para el que va a pie, les vale todo lo que pase por delante», resume. La presidenta del pósito ferrolano habla de «una especie de agrupación sectorial paralela», que se ramifica y se extiende «por todo el mundo del mar». «No ves solución -reconoce-, ni cómo resolverlo». Y menos con dos únicos vigilantes para un área que va desde el puente del tren, en O Couto, hasta Meirás (Valdoviño).

En la ría de O Barqueiro, los principales damnificados son los percebeiros. «Algo también nos afecta con la almeja; en la ostra, no mucho, porque es más difícil comercializarla», apunta la responsable de la agrupación de mariscadoras, Cristina Trasancos. «Estamos en la línea de siempre, aunque sí noto caras nuevas en el furtivismo, es una cuestión generacional, los veteranos ahora pasean a los otros y les enseñan el trabajo», comenta un guardapesca de la comarca de Ortegal.

El vigilante indica que, en esta zona, «las denuncias son todas de carácter administrativo y los furtivos se declaran insolventes. Ese es el gran problema, la delegación [de la Consellería de Mar en Celeiro] debería llevarlo todo al juzgado, por lo penal, como ya empieza a ocurrir en otras zonas [con alguna condena de cárcel por este tipo de prácticas]. Si no, les da igual y se cachondean de ti directamente».