La campaña electoral se instala en el pleno de Ferrol

FERROL

CESAR TOIMIL

Con la vista puesta ya en las elecciones, la mayoría de la oposición se dedicó a hacer balance del mandato, criticando la falta de gestión del equipo de gobierno

01 mar 2019 . Actualizado a las 09:00 h.

La sesión plenaria de la corporación municipal de Ferrol celebrada ayer estuvo marcada por la cercanía de los comicios de mayo y la incertidumbre sobre los resultados de las urnas. A pesar de que se aprobaron todas las propuestas del gobierno y varias mociones, las palabras «demagogia» y «simbólico» fueron los términos más utilizados en el debate, por el convencimiento general de que, por mucho que se quiere avanzar, ya no queda tiempo para hacerlo.

Ocurrió con la propuesta de resolución de alegaciones y aprobación definitiva del reglamento para la selección de personal funcionario interino y laboral temporal del Concello. Se aprobó solo con seis votos del gobierno, porque la oposición se abstuvo, no sin antes recriminarle al equipo de Suárez que tuviese paralizado este reglamento desde diciembre del 2017, por lo que no podrá entrar en vigor hasta principios del año próximo.

Los únicos votos del gobierno, mermados por la ausencia justificada de su portavoz, Álvaro Montes, posibilitaron, asimismo, la aprobación del pago de 662.259 euros a Urbaser de facturas atrasadas por la limpieza viaria. Fue gracias a la abstención de la oposición, que en el caso del PP, PSOE y Ciudadanos insistieron en la irregularidad de que el servicio lleve cuatro años sin contrato y que aún no se haya definido el nuevo modelo de gestión del mismo.

Entre otras cuestiones, el pleno también aprobó una moción del BNG solicitando el enterramiento de las líneas de alta tensión que atraviesan el barrio de Caranza. El propio portavoz nacionalista, Iván Rivas, indicó que «a aprobación non vai ter consecuencias inmediatas, pero servirá para poñer de relieve o problema». Lo que finalmente se acordó es solicitar a las empresas concesionarias de las líneas el soterramiento de las mismas y el establecimiento de un convenio entre el convenio y la Xunta para compartir la inversión necesaria.

El PP defendió, asimismo, otra moción que su portavoz, Martina Aneiros, también definió como simbólica y en la que se solicitaba la ejecución de todas las mociones del grupo popular aprobadas por el pleno a lo largo de todo el mandato. Aneiros las cifró en alrededor de medio centenar y aseguró que casi todas se quedaron en nada. Los portavoces del PSOE y Ciudadanos se sumaron a la propuestas, siempre y cuando se sumasen también las suyas, y el PP aceptó ambas enmiendas, pero decidió ampliar su petición a todas las mociones de todos los grupos y así se aprobó.

El BNG votó en contra, «porque isto xa nin siquera é electoralista, senón que é pura demagoxia», justificó Iván Rivas, y el portavoz accidental del gobierno, Suso Basterrechea, también aludió a una «cuestión simbólica e demagóxica» al anunciar la oposición de su equipo.

Por su parte, Ferrol en Común logró aprobar otra moción mostrando el apoyo del pleno al tratado sobre la prohibición de las armas nucleares. El PP y Ciudadanos justificaron su abstención en que es cuestión que sobrepasa los temas municipales, cuestionando que el gobierno plantee un debate al respecto en lugar de atender cuestiones tan urgente como los baches, la falta de papeleras o el abandono de la zona rural.

El BNG y el PSOE apoyaron la propuesta del gobierno, pero el concejal socialista Bruno Díaz expuso sus dudas de que el acuerdo plenario llegase a ser trasladado a quien corresponda, «porque acabades de votar en contra de executar as mocións», en alusión a la postura del equipo del alcalde con la moción de mociones del PP.