¿A quién beneficia la jornada única?

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL

JOSE PARDO

Los dos centros que las mantienen, Mercedarias y Santiago Apóstol, apelan a razones educativas y a dar servicio a familias que la prefieren

23 ene 2019 . Actualizado a las 17:13 h.

Solo dos colegios, Mercedarias en Ferrol y Santiago Apóstol en Narón, mantienen la jornada única o mixta. El director de este último asegura no se trata de confrontar horarios, sino de ofrecer ambos, aunque en su caso han consultado a diversos expertos.

¿Es aconsejable que los alumnos tengan todas las clases de la jornada sin descansos?

La doctora en psicología Elena Martín aseguran que hay argumentos claros para contestar que no. Explica que la «organización de los tiempos y los ritmos influye siempre en el aprendizaje, pero cuando hablamos de determinadas edades, esto es todavía más importante. Los niños y las niñas de 3 a 11 años necesitan momentos de cambio y ruptura que les permitan descansar y recuperar la atención. Y estos cortes en las actividades lectivas no pueden ser excesivamente breves. La comida es también un elemento necesario. Teniendo en cuenta que las horas que pasan entre el desayuno y el almuerzo por desgracia van aumentando sobre todo en zonas donde el desplazamiento al colegio lleva tiempo y en los casos en que los progenitores tienen que irse antes. En la mayoría de los sistemas educativos europeos este corte de comida existe, si bien es cierto que no tiene por qué ser tan largo como el que ahora hay en la mayor parte de nuestros centros».

¿Quién gana más?

El sociólogo de la Complutense Rafael Feito aclara que «hay un dato contundente: casi todo el profesorado es partidario de la jornada continua. Todo grupo laboral desea mejorar sus condiciones». Desde el Santiago Apóstol apuntan, además, que las comunidades en las que se retiró antes han tenido peores resultados sobre el rendimiento académico en el informe Pisa.

¿Hay un ritmo biológico que se debe tener en cuenta?

Mariano Fernández Enguita es catedrático de Sociología de la Universidad de Salamanca y director del Departamento de Sociología y Comunicación. También es autor de numerosos libros y artículos en revistas académicas, y de un informe sobre la jornada continua para la Comunidad de Madrid: «Yo creo que la mejor jornada para los niños, la que corresponde a lo que biológica y psicológicamente es un niño, es la partida. Es la jornada que responde a sus ritmos naturales: espacios cortos de trabajo, descansos… Además, tiene que ver con lo que sabemos de los biorritmos: las peores horas del día, en términos de rendimiento, son las últimas de la mañana. Lo que ocurre es que esa no es la única consideración. Para mí, el gran error es que con la enorme diversidad de niños que hay, la enorme diversidad de estructuras familiares y de ofertas paralelas o no a la escuela que hay, se pretenda discutir cuál es la mejor solución para todo el mundo. Eso, si pensamos en los padres. Si pensamos en los profesores, es simplemente una reivindicación sindical, que a mí me parece comprensible, pero ilegítima: no se pueden hacer avanzar las propias reivindicaciones laborales sobre supuestas teorías pedagógicas inexistentes».

¿Qué opinan los expertos de la experiencia gallega?

José Antonio Caride, profesor de Teoría da Educación de la USC, apunta: «Hemos podido constatar que la implantación de la jornada única en determinados centros educativos gallegos no conlleva mejoras relevantes en aspectos sustanciales de la calidad institucional de las escuelas ni en la calidad de la enseñanza; no en la medida en que los profesores expresan su satisfacción por esta jornada, y sus supuestos beneficios para el logro de una escuela cualitativamente mejor. Tampoco en otros aspectos. Por ejemplo: en la utilización del tiempo libre por parte de la infancia, las relaciones familiares, el rendimiento académico, la salud infantil, las oportunidades sociales y educativas de todos los alumnos». Y Carme Morán de Castro, profesora del departamento de Teoría da Educación de la Universidad de Santiago y autora de una tesis sobre jornadas escolares aseguró en una entrevista en La Voz que los estudios realizados desde las áreas de ciencias de la educación, desde la cronobiología o desde la sociología confirman que los resultados académicos no dependen exclusivamente de esta unidad cronológica. «Tampoco se confirma una mayor participación del profesorado en actividades de formación como consecuencia de la modificación de la modalidad de jornada».