Javier Sanmartín: «Trabajo y espero mi oportunidad»

Jose Valencia FERROL / LA VOZ

OPA RACING

JOSE PARDO

El ferrolano asegura que se lo toma con paciencia y destaca el trato exquisito de sus compañeros

12 dic 2018 . Actualizado a las 19:04 h.

Javier Sanmartín (Ferrol, 19 años) es una de las perlas de la cantera del Racing. Un prometedor futbolista que, en nada que tenga un poco de suerte, dará muchas alegrías a la afición. Su padre, Fernando Sanmartín, fue jugador del mítico OAR Ferrol de baloncesto. Javier se inició en los dos deportes, llegó a formar parte al unísono de la selección gallega cadete de fútbol y de baloncesto. Finalmente, se decantó por el fútbol. Aunque se inició en los biberones del Racing, la llamada del Celta inclinó la balanza a favor del fútbol. Estuvo en Vigo tres años y en la recta final de la pasada campaña recaló en el Racing juvenil, al que ayudó a ascender a la División de Honor. Ahora, con un contrato por tres temporadas, forma parte de la primera plantilla del Racing. No dispone de muchos minutos en el campo, aunque no se desespera. Tiene ilusión y sabe que su oportunidad llegará.

-Su padre jugó muchos años al baloncesto. ¿Cómo acaba Javier Sanmartín en el fútbol?

-Durante un tiempo hice los dos deportes, aunque al final me decidí por el fútbol. Mi padre nunca me presionó, me dejó elegir. Siempre insistió en que hiciera deporte, pero nada más.

-¿Su cuna ya fue el Racing?

-Llegué al Racing a los cuatro años para jugar con los biberones. Veía el fútbol como una forma de pasar el rato. En el segundo año de cadetes vino el Celta a por mí, a partir de ahí ya supe que quería ser futbolista.

-¿Cómo fue esa etapa en el Celta?

-Fue un cambio radical. Aquí era jugar con mis amigos, mientras que en el Celta era otra cosa, había jugadores de todas partes. También haces amigos, aunque compites con ellos. El Celta lo tiene muy bien montado, ahora hicieron una residencia en el centro de la ciudad, aunque en los tres años en los que estuve yo, nos alojaban en un colegio privado que había en Pontevedra, Los Sauces. A nivel de estudios me vino muy bien, te ayudan a compaginar muy bien las dos cosas.

-¿Cómo le fue?

-En el celta llegué a jugar con el equipo de División de Honor de juveniles y también fui a entrenar con el Celta B.

-¿Por qué dejó el club olívico?

-Se juntaron muchas cosas. Empecé muy bien la temporada, marcando goles y todo, aunque a las dos o tres semanas sufrí una lesión en la espalda que me dejó seis meses sin jugar. Estaba lejos de casa y mi padre ya no estaba bien. Me llegó la oferta del Racing y no me lo pensé, era volver a casa.

-¿Cómo fue su etapa en los juveniles del Racing?

-Muy buena. Llevaba seis meses sin tocar campo, aquí tuve que empezar de cero. Fue difícil, aunque salió bien y entre todos ascendimos al equipo.

-¿Y ahora el primer equipo?

-Teniendo la situación que tenía en casa, con mi padre enfermo, lo mejor era quedarme aquí. Vi que el Racing apostaba por la cantera, me ofreció un contrato por tres temporadas co el primer equipo y tampoco me lo pensé mucho, lo tuve muy fácil.

-¿Cómo lleva lo de jugar tan pocos minutos?

-Sé que este año es el más difícil por el cambio de la categoría, pasas de niño a ser un hombre. Lo llevó con paciencia, trabajo y estoy a la espera de una oportunidad?

-¿Es duro?

-La gente hace que sea fácil. Tenemos un vestuario muy unido. Es un grupo increíble, entre todos nos cuidamos, desde el entrenador a los jugadores. Eso se ve reflejado luego en el campo.

-El arranque fue muy duro. ¿Cómo lo vivió?

-En inicio de la liga no fue bueno, aunque fue una circunstancia que nos unió. En otros equipos, esas situaciones provocan que el vestuario se rompa. Aquí no fue así, la gente venía fastidiada a entrenar, aunque yo creo que era bueno. Lo malo sería que después de perder, la gente siguiera a su bola. Yo vi sufrir a todos, a los jugadores y al entrenador. Se notaba que había compromiso. Al final, todo lo que pasó nos hizo más fuertes.

-¿Qué le parece la Tercera?

-Noté mucho el cambio en referencia al Celta, un equipo en el que hay jugadores de mucho talento y en el que pegar un balonazo arriba está mal visto. Aquí, me costó ese cambio. Por otra parte, actuó de delantero, aunque yo nunca jugué ahí. Trato de adaptarme y aprender de los que juegan en esta posición.

-¿En dónde le gusta jugar?

-Yo nunca jugué dos años en una misma posición. Empecé de central, después me pusieron de media punta y en el Celta me situaron de pivote. Puedo jugar en muchas posiciones, nunca me quedé en una de ellas.

-Pero usted marca muchos goles.

-En la pasada temporada llegué al Racing juvenil y marqué en casi todos los partidos. Sin embargo, también creo que puedo jugar en el centro del campo. De delantero, poco a poco me encuentro mejor.

-¿Qué le dice Emilio Larraz?

-Habla mucho conmigo, me respeta mucho y me pregunta en qué posición me encuentro más cómodo. Estoy muy contento con él.

-¿Cuáles son sus expectativas?

-Tengo tres años de contrato y quiero seguir aquí. Estoy contengo, como en familia.

-¿Qué estudia?

-Mis padres siempre insistieron en lo de estudiar. Empecé Económicas en Vigo, aunque no me gustó y lo dejé. Este año me metí a hacer Derecho en la UNED, ya que tengo que entrenar por las mañanas.