El técnico destaca el amor propio y la entrega de sus jugadores para ir a por la remontada
16 sep 2018 . Actualizado a las 22:47 h.El técnico racinguista Emilio Larraz dejó patente ayer su valentía. Perdía por 1-2 en el descanso, se la tuvo que jugar y no lo dudó. Pasó a una defensa de tres, pese a la velocidad que había dejado patente el rival en la primera mitad. «Nos la jugamos y los salió medio bien. Hemos podido rescatar un punto», dijo.
También asume que un empate en casa en la Segunda B puede ser bueno, aunque no en Tercera y menos en un equipo que quiere pelear en la zona de cabeza de la tabla y que probablemente necesite sumar más de 80 puntos.
Destaca el amor propio y la entrega de todos sus jugadores a la hora de ir a por la remontada, pese a contar con un jugador menos. Asume el papelón de los defensas a la hora de defender con tres cuando el rival atacaba con tres, aunque también reconoce que sin Catú y el pivote defensivo Joel, ambos lesionados, su equipo perdió solidez defensiva.
Asume, desde el primer momento los retos del Racing, por lo que está decepcionado por no haber ganado el partido. Relata que a su equipo le sigue faltando poso y estructura de equipo, aunque insiste en que los rivales también juegan. Por lo que no le resta mérito a lo realizado por el Céltiga en este encuentro en A Malata.