Kiko Veneno siembra Amboage de «marchilla» y muchas risas

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL

CESAR TOIMIL

«Venimos del conservatorio», bromeó con su Banda del retumbe

30 ago 2018 . Actualizado a las 00:02 h.

El Kiko Veneno de siempre. Buena gente y con una alegría endémica que se demostró incluso antes de salir al escenario. En el penúltimo gran concierto de las fiestas se le pudo ver abrazar a cada uno de los miembros de su banda antes de proclamar el «vamos allá» y comenzar un concierto bien entonado que caldeó una noche fresquita.

No hicieron falta muchas, a la tercera canción todo el público de Amboage ya había entrado en calor, bailado y sonreído con las ocurrencias de un catalán que llegó desde el sur: «Venimos desde Sevilla en la furgoneta con esta marchilla», dijo antes de presentar a sus músicos, la Banda del retumbe, a los que fue el primero en aplaudir y halagar con gestos. Y lo merecían, porque encandilaron a público bien variado en la plaza de Amboage que terminó por llenarse de gente, aunque sin agobios.

Como una zona vip

«Venir a Ferrol a un concierto es como ir a un zona vip, estamos genial y casi, casi bailando en la primera fila», aseguraba María, una de las coruñesas que no dejaba de recordar otros recitales de Veneno. «Y está igual», proclamaba. Desde el escenario Kiko sacó un mirlitón para anunciar Los delincuentes, uno de sus temas más canallas con otra chanza: «Venimos del conservatorio». Después, echó mano de la harmónica para una de sus canciones más antiguas, Memphis Blues Again, aunque todo el mundo la conoce por su «Oh mama, esto puede ser el fin», que activó el ritmo hasta en los más reacios a mover el esqueleto. Kiko Veneno condujo el penúltimo concierto de las fiestas que pasó volando, entre risas, emocionados recuerdos a Peret, al que dedicó una rumba compuesta en su memoria, y, por supuesto, su Mercedes blanco.

Coque Malla pisará el mismo escenario el viernes.