La corporación pública aporta desde el 2015 este tipo de créditos ante la situación económica de la empresa
14 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) arrojó este año un nuevo salvavidas a la empresa pública de construcción naval, Navantia, cuyas pérdidas no han dejado de crecer en los últimos años. La corporación concedió un préstamo participativo por valor de 140 millones de euros, y convirtió en otro crédito de este tipo, de 17 millones, los destinados a proyectos de I+D. Esta fórmula ya había sido utilizada con anterioridad para evitar que la situación económica de Navantia fuese irreversible. De hecho, lleva optando por este tipo de créditos -que computan como patrimonio neto y permiten a la empresa que los recibe devolverlos con un mayor o menor interés dependiendo de si obtiene ganancias o pérdidas participativos- desde el año 2015. La razón se debe a que durante estos ejercicios, la firma que desde el pasado julio preside Susana Sarriá, ha registrado un deterioro de su situación financiera. El incremento de las ventas y de la contratación no ha servido, por el momento, para colocar a la empresa en la senda de la recuperación.
A principios del verano se dio a conocer el contrato con la Armada de Arabia Saudí para la construcción de cinco corbetas y el programa de las cinco fragatas F-110, cuya orden de ejecución el Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado para finales de este mismo año. Ambos servirán para contribuir a la mejora económica.
Plan estratégico
No obstante, en sus cuentas anuales, la SEPI asume que serán necesarias nuevas intervenciones para evitar el crac de los astilleros públicos españoles. El anterior equipo de la sociedad estatal había puesto en marcha las negociaciones con los representantes de los trabajadores de un plan estratégico para el período comprendido entre el 2018 y el 2022 que incluía, entre otros, el saneamiento de la compañía. El rejuvenecimiento de las plantillas y el convenio único son otros de sus objetivos.