El escritor ferrolano Rafael Malvido cuenta con Sofía Piñeiro para ilustrar sus sonetos
06 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Rafael Malvido es un marino mercante y escritor ferrolano al que siempre le gustó compaginar su trabajo en la mar con la escritura, su gran pasión. Actualmente está retirado pero no ha perdido nada de interés por la escritura ni por el mar.
-¿Cuando le despertó la curiosidad por escribir?
-Desde pequeño. En el instituto, quizás en segundo o tercero de la ESO. Tendría unos doce o trece años cuando me interesé por el mundo de la literatura y de la poesía.
-¿Como compagina su trabajo con su pasión por la escritura?
-Actualmente ya no navego, estoy jubilado. Siempre he procurado, cuando estaba navegando, dedicar mi tiempo libre a la lectura. Los marinos, dependiendo de los tareas que realicemos, a veces tenemos bastante tiempo libre. Yo lo dedicaba a la lectura, al deporte y a escribir.
-¿En que género se siente más cómodo escribiendo?
-Hay un tiempo para cada género. La poesía puedes escribirla en un momento determinado, te puede venir la inspiración, tienes una idea y la escribes. A veces el poema te busca a ti y otras veces lo buscas tú. La poesía es más anárquica, en cuanto a la forma de escribir. La narrativa, la novela y el cuento requieren otro tipo de dinámica. Tienes una idea, trabajas una novela con su estructura y sus personajes pero tienes que llevarla a cabo y tienes que escribir casi diariamente. Te tienes que sentar a escribir. En cambio, la poesía te viene, la trabajas, la dejas, la vuelves a coger, luego la pules... Son dinámicas diferentes para enfrentarse a un proceso creativo.
-¿Qué refleja 22 Sonetos de los sentimientos oscuros?
-Es complejo. Mi poemario no es un poemario fácil porque está escrito en sonetos. Tiene que ser leído varias veces, tiene varias lecturas y varios niveles de entendimiento. Por ejemplo en la introducción hablo un poco del viaje a Ítaca, que es un poema de Constantino Cavafis, en el cual el viaje a Ítaca, es el viaje de la vida. El poemario de 22 sonetos de los sentimientos oscuros es una especie de viaje a una de las Ítacas posibles. Todos vamos de camino hacia una Ítaca. Entonces, el poeta como Ulises, se embarca y va en busca del sentido de la vida. En el viaje va descubriendo un montón de cosas. Además, el poemario está estructurado de varias maneras que simbolizan varias cosas, como la caída de un ángel, que simboliza el pecado original. También aparece algún mito como el de Edipo. Hay una parte del poemario que habla de la luz y de la sombra por la que está formado el ser humano, además hay varios conceptos psicoanalíticos. La poesía es un lenguaje que va desde que el hombre tiene la capacidad de la palabra, trasciende la realidad, y habla de ella a través de la pasión poética. Cuento historias a través del soneto, con su introducción, nudo y desenlace.
-¿Qué le proporciona la ilustración a sus poemas?
-Es muy importante y muy interesante, porque aquí se establece un diálogo entre lo que es la palabra y la imagen. Entonces una complementa a la otra. Yo siempre he querido que este poemario estuviese ilustrado. Yo no concebía solo el poema. Así como el poema necesita de varias lecturas para comprenderlo, lo que es la imagen entra por los ojos y establece, dentro de ese diálogo, una labor de síntesis. Aporta sin que tú entiendas el significado, te aporta una visión del poema. Para este poemario era fundamental ser ilustrado. Me gustó muchísimo el diálogo que estableció Sofía.
-¿Que le aportó trabajar con Sofía Piñeiro para ilustrar el poemario?
-Siempre es interesante, porque la opinión de otras personas es muy importante. Siempre puedes aprender de los demás porque te aportan nuevas cosas.
-¿Qué planes tiene para el futuro?
-Seguir escribiendo. Tengo otro poemario escrito que espero publicar este año. Tengo varias novelas en el cajón. También quiero empezar un proyecto que todavía no he explorado, que es la literatura infantil. Ya tengo un personaje infantil diseñado, necesito escribirlo e ilustrarlo. Además tengo otro poemario en el que voy a hablar del Hooponopono, que es un técnica hawaiana muy interesante.