La reparación del Carballo Calero, paralizada desde hace casi un año

CHEMA CORRAL FERROL / LA VOZ

FERROL

JACOBO AMENEIRO

Los vecinos reclaman al Concello que actúe de una vez para acabar con las goteras

16 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año y dos meses se formalizaba el contrato de reparación de la cubierta del centro cultural Carballo Calero. La obra, llamada a solventar las deficiencias de este equipamiento en cuyo interior se multiplican, aquí y allá, los cubos y tinas como único remedio a las goteras y filtraciones, se ha quedado en nada. Parada casi desde entonces, los vecinos demandan soluciones inmediatas.

Con todo, no hay visos de que la estampa de decenas de cubos de fregar dispuestos por distintas dependencias de este centro, construido en los noventa, pase a la historia a corto plazo. Así lo creen al menos los integrantes de la dirección de la Asociación vecinal del Ensanche A, quienes, hartos ya de denunciar públicamente la situación, asisten atónitos a la paralización desde hace un año de unas obras que todos consideran «urgentes».

La intervención, adjudicada a la empresa Sergonsa por más de 90.000 euros y con un plazo de ejecución de dos meses, según el proyecto, buscaba, además de evitar la entrada de agua de lluvia en el interior del edificio, «corregir, en la medida de lo posible, las patologías constructivas derivadas de este hecho».

Lo fundamental es actuar en la cubierta casi plana de policarbonato y chapa metálica que, como señala el proyecto, «bien por falta de mantenimiento o por carencias puntuales de detalles constructivos sufre un importante deterioro que afecta tanto a su funcionalidad (no evita la entrada de agua) como a la estética».

El anterior gobierno lo intentó sin éxito, tal y como anotan desde la asociación. Y el actual va por el mismo camino. «Le dijimos al concejal que no era tan fácil como presuponía y que había un problema serio estructural para levantar la cubierta en la parte interior o bajar la parte exterior», señala Rafael Leira, presidente de la agrupación vecinal.

La reforma planteada por el equipo de Jorge Suárez incluía la impermeabilización del lucernario de la biblioteca, la reposición de las planchas de policarbonato, aumentando ligeramente la pendiente de evacuación, la retirada de la zona cubierta de chapa para ejecutar la cubierta recogida en el proyecto original, con grava lavada, dotar de acceso al tejado y, cómo no, la reparación delas partes más afectadas por las filtraciones en paredes y techos.

Sin embargo, tal y como apunta Fernando Ocampo, «al poco de empezar, aparecieron los problemas y se paró todo. Hubo que revisar toda la problemática y hacer un nuevo proyecto, que ahora nos dicen que está a punto de empezar». Un extremo que no ha podido confirmar este diario, pues pese a los reiterados intentos, no ha sido posible contactar con el edil de Obras.

Los grupos de la oposición han solicitado en repetidas ocasiones que se actúe de una vez, aunque, de momento, la única huella de obra son los andamios sin uso desde hace un año. «Siempre nos dicen que será la semana que viene», concluye Leira.