Navantia se queda en Australia

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL

BEATRIZ COUCE

La empresa pública descarta un repliegue tras perder la obra de las fragatas y dice que mantendrá su estructura para atender al ciclo de vida de los buques de su sello

09 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La adjudicación a la británica BAE Systems del contrato de construcción de nueve fragatas para la Armada de Australia ha supuesto un frenazo en seco a las aspiraciones de Navantia en las antípodas y a la curva de crecimiento que atesoró en el país desde que se implantase en su territorio, en el año 2006. Pero después del mazazo de quedarse sin el mayor contrato en términos económicos al que aspiraban los astilleros públicos españoles, las intenciones de la empresa que preside Esteban García Vilasánchez no pasan por ningún repliegue.

Navantia cuenta actualmente con cuatro centros de trabajo en Australia. Recientemente abrió una oficina de ingeniería en Melbourne -la primera ciudad a la que llegó en el país-, que viene a sumarse a las otras instalaciones que tiene en la isla. El segundo lugar en donde se implantaron los astilleros públicos españoles fue Adelaida, ciudad en la que se encuentra el astillero ASC en donde se fabricaron los tres destructores de la clase Hobart con diseño de las F-100 españolas.

Una vez que la Armada australiana recibió los megabuques que fueron construidos prácticamente en su totalidad en los astilleros de la ría ferrolana, la compañía española ganó el contrato para el mantenimiento de estos dos barcos y también de las lanchas de desembarco. Camberra, la capital del país, fue el tercer emplazamiento en el que se abrieron, en el año 2016, unas nuevas instalaciones, con el fin de estar cerca del núcleo de las decisiones políticas e institucionales en el país. Las dependencias para ingeniería de Melbourne fue el último, hace tan solo dos meses, en abrir sus puertas. 

Unos 130 trabajadores

En global, en todas estas ciudades la empresa cuenta con una plantilla formada por cerca de 130 trabajadores, la mitad de los cuales son los denominados expatriados, enviados desde los distintos astilleros con los que cuenta Navantia en España. Al menos 40 proceden de la planta ferrolana.

El grupo más numeroso es el que ha permanecido en Adelaida, en donde Navantia se ha ocupado de gestionar el programa de construcción de los tres destructores de la clase Hobart, en el astillero ASC, el último de los cuales fue puesto a flote recientemente.

Fuentes de la compañía pública explicaron que su presencia se mantendrá en el país ligada fundamentalmente a la actividad de mantenimiento y apoyo al ciclo de vida de los distintos buques que han fabricado para el país. No hay que olvidar que en la factoría ferrolana están en ejecución dos barcos de aprovisionamiento en combate para la Marina de las antípodas. Si se cumplen las previsiones, el primero de los dos navíos logísticos será entregado al país en el año 2019 y un ejercicio después el segundo.

Uno de estos dos barcos tendrá su sede en la localidad australiana de Perth, lo que llevará a la empresa que preside Esteban García Vilasánchez a contar también con una sede en esta localidad, con el fin de prestar el servicio relacionado con la garantía y el ciclo de vida.

Estados Unidos y Canadá centran las expectativas en el mercado de barcos de superficie

Navantia era el único astillero que participaba este año en los tres mayores concursos a nivel internacional para la compra de fragatas, en concreto en los abiertos en Australia, en Estados Unidos y en Canadá. Descartadas las opciones en las antípodas, ahora son las otras dos licitaciones las que centran las mayores expectativas de la empresa pública. La compañía que preside Esteban García Vilasánchez presentó la pasada primavera la oferta para la Armada americana, en un concurso en el que participa en alianza con Bath Iron Works. Estados Unidos adquirirá 20 fragatas y prevé resolver el concurso en el año 2020. Para reforzar su presencia en el país y coordinar los esfuerzos en este proceso, Navantia abrirá en breve una oficina en Whasington, a cuyo frente se encontrará el ferrolano Francisco Barón.

En Canadá también concurre a la construcción de las 15 fragatas en liza en alianza con otra empresa, en este caso Saab Australia.

En ambos casos, los contratos levan implícitos la construcción local de los buques, es decir, que tendrían que ser fabricados íntegramente en esos países, una fórmula que cada vez con mayor frecuencia utilizan los Gobiernos que optan por abrir licitaciones para la compra de buques militares.

Contrato de Arabia

Mientras los mencionados concursos avanzan, Navantia espera la firma del contrato con la Armada de Arabia Saudí para la construcción de cinco corbetas para su Marina, que serán fabricadas en los astilleros de la bahía de Cádiz.