Cada año se detectan medio centenar de casos en los programas de cribado del área
14 jun 2018 . Actualizado a las 11:57 h.La Charla saludable dedicada al cáncer de mama no dejó un espacio libre ayer en el salón de actos de Afundación. Entre el público la oncóloga Laura de Paz Arias reconoció a muchas pacientes, pero también a colegas que asistieron a una ponencia en la que no solo se insistió en la importancia de la prevención, sino que se avaló con datos. En el programa de cribado del área sanitaria, que llama a las mujeres de entre 50 y 70 años para que se sometan una mamografía, se detectan una media de medio centenar de casos: concretamente 57 en el 2016 y 47 el año pasado cuando se realizaron 10.000 exploraciones y a 300 mujeres se les hicieron más pruebas para descartar la enfermedad.
La oncóloga -y jefa de sección- Laura de Paz mostró estos datos para dejar claro que estas mujeres a las que se les detecta la dolencia en los cribados tienen mucho mejor pronóstico, porque se ha logrado un diagnóstico precoz. «Aún así hay un 20 % de mujeres que no vienen a estas campañas», precisó una especialista que lleva dos décadas atendiendo el servicio de oncología en el área y que puso el acento en todas las vías para poder tratar los tumores cuanto antes.
Detectar los cambios
No hay que esperar a que llegue la invitación del Sergas para participar en los programas de prevención. Cada mujer (y hombres, pues es un tumor que afecta al 1 %) debe realizar un seguimiento de cualquier alteración en el pecho. De Paz no quiso detenerse en los modelos de autoexploración, ni en recetas como que no exista dolor, pero sí empleó un símil efectivo: «Tenemos que conocer nuestro cuerpo, cómo son nuestras mamas, para saber si hay cambios, igual que vigilamos los lunares y los cambios que experimentamos». En este sentido, destacó que ante el mínimo cambio los pacientes deben consultar a su médico de atención primaria, que realizará una nueva exploración y si encuentra indicios activará un protocolo que permite que en una semana se realicen todas las pruebas para verificar la situación.
Precisamente la agilidad en los tratamientos permite que la mayoría de los casos comiencen con la terapia correspondiente en sus estadios iniciales. «En el caso de los hombres el cáncer de pecho suele tener peor pronóstico, porque se diagnostica más tarde», expuso De Paz, que repasó todas las opciones terapéuticas, así como las clasificaciones de los tumores: desde el diferente tipo de estadios (del primero al quinto, en función de su tamaño) al tipo de estructura que han creado las células cancerosas.
Sobrepeso, más riesgo
«Solo entre un 5 y un 10 % de los cánceres son hereditarios, la gran mayoría son esporádicos», quiso advertir una oncóloga que también garantiza que en estos casos se realizan los estudios familiares pertinentes. El de mama es el tumor que más afecta a las mujeres y hay factores que pueden favorecer su aparición, como el uso de hormonas durante un largo período de tiempo o tener mucha grasa subcutánea, ya que almacena hormonas y dispara las posibilidades de desarrollar la enfermedad.