María Pía, el último fichaje, se suma a lista de nueve jugadoras tocadas
08 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Un empate -contra el Rodiles- y tres derrotas -contra el CFS Bilbo, FS Calceatense y Ribamontán CF- han frenado en seco la gran temporada del Valdetires. Las locales aspiraban a clasificarse para disputar el play off de ascenso pero tras los malos resultados se encuentran quintas de la tabla. ¿Qué ha ocurrido? «Estamos cobrando ahora mismo todo lo que pasó durante la primera vuelta, lesiones de larga duración y nuevas, bajas por temas de trabajo...», señala el entrenador del equipo, Manuel Lombardía. Pero ahí no termina la larga lista de bajas. «Tuvieron que abandonar el equipo por lesión Paula, Isa y Lucía Lago, entre las más importantes», detalla el técnico. Y están tocadas «Erika, Andrea, Alba, Sheila, Diana...» añade.
Esta lacra de lesiones les ha ido mermando toda la temporada, reconoce. «Cuando una semana están lesionadas unas a la siguiente están otras y los entrenamientos son con poca gente y diferente», lamenta. El último nombre que se ha unido a la lista es el de la argentina María Pía, que llegó en febrero de refuerzo de cara a la recta final de la temporada. «Se hizo una enlongación en el contramuslo por la parte de atrás y un esguince en un tobillo. Están esperando a que le baje la inflamación para comprobar si tiene microrrotura o no», apunta el técnico.
Con todos estos percances, el entrenador reconoce que afectan lo que queda de temporada, diez jornadas, «partido a partido». «No queda otra, no podemos mirar más allá del partido del sábado porque visto lo visto es una tontería», explica. Y la mala suerte ha querido que esta situación la vivan por segunda vez. «El año pasado también empezamos con trece jugadoras y a mitad de temporada nos quedamos con nueve, pero tuvimos la suerte de aguantar sin que nadie se rompiera. Y si no llega a ser por el robo en Colmenarejo hubiéramos ascendido o jugado el play off», recuerda.
El grupo de esta temporada ha supuesto además un salto de competitividad con equipos que estuvieron en primera división como Bilbo, Txantrea u Orvina, o el reforzado Zaragoza. «Es una liga complicada. Pero aún así, por calidad, deberíamos estar arriba compitiendo por el primer puesto como pasó el año pasado, pero las circunstancias son las que son», describe.
El próximo partido será contra el Red Star, y el técnico espera que pueda servir de revulsivo para retomar la senda de victorias. «En casa es un equipo duro de ganar, a nosotros nos costó mucho, el entrenador mete mucha presión y tienen muy buena portera que jugó en la selección de Aragón. Ahora, si nosotras estamos bien tenemos todas las de ganar. Si el equipo está renqueante hay que sufrir, no queda otra», vaticina.
Y pese a todos los inconvenientes, solo tiene palabras de ánimo para sus jugadoras. «A las chicas no se les puede reprochar nada con todos los problemas que ha tenido el equipo. Hay jugadoras que están casi sin descanso, otras que están forzando a pesar de tener lesiones... Ni a ellas ni a la directiva se les puede reprochar nada».