Mediante la técnica del rotomoldeo, la compañía boirense Rotogal fabrica recipientes isotérmicos especialmente dirigidos a las industrias alimentaria y farmacéutica, tanto por sus cualidades para la conservación como para cumplir con los estrictos parámetros higiénicos que se exigen en ambos casos. Al mismo tiempo, se trata de contenedores con variedad de tamaños, resistentes y manejables, con lo que se facilita la operatividad tanto si hay que utilizarlos a bordo de un barco como en una factoría. Su versatilidad en la realización de productos y su capacidad de desarrollo para ajustarse a las necesidades de los clientes han cimentado el éxito de Rotogal, permitiendo que sus contenedores hayan dado el salto desde el continente europeo a Asia, África, la península arábiga y América.
Tiene facturación anual de siete millones. Exporta el 70 % de su producción.