Sin molestar

José Varela FAÍSCAS

FERROL

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El liberalismo desbocado tiene estas ocurrencias: el país genera una riqueza similar a la que producía antes de la crisis, hay menos asalariados que entonces, y resulta que su capacidad de compra es inferior a la del 2008. No, el dinero no se ha hecho virtual, ni se ha volatilizado; aumentó el número de millonarios. El liberalismo no quiere que el Estado intervenga para equilibrar un reparto injusto de la riqueza a través de una redistribución de rentas, a través de la fiscalidad. Dice: es la libertad, oiga: el que trabaja por un salario de miseria es porque quiere: siempre puede negarse. Esta constatación no es una ficción macroeconómica. El viernes pasado, hace dos días, este periódico desvelaba que el Banco de Alimentos Rías Altas atiende a 4.127 personas de la comarca de Ferrol ¡seiscientas más que hace tres años! No debería ser considerado demagógico afirmar que, de no existir este banco de alimentos, sus beneficiarios pasarían hambre, estarían peor nutridos o, cuando menos, sufrirían más penalidades. Algo falla cuando un dato como este, claro indicador de exclusión social, no hace saltar las alarmas y despierta de su modorra y rutina a políticos y Administración.

Hay algo perverso instalado en la sociedad que hace posible la banalización del sufrimiento ajeno, aunque próximo. Uno se va haciendo viejo y el peso de los años deforma la memoria, tan dúctil y maleable, pero, disculpen, creo recordar que hace tiempo, es probable que mucho tiempo, las personas expresaban en la calle a gritos su rabia y disconformidad con injusticias de menor enjundia. Pero, en fin, no quiero molestar, tal vez sean achaques de abuelito. Ustedes sigan a lo suyo.