La clave: la escuela

Nona I. Vilariño MI BITÁCORA

FERROL

10 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El domingo se visualizó que la sociedad catalana no es monolítica. Y que, a pesar de la canallesca actitud de los medios de comunicación de la Generalitat, Barcelona fue una fiesta. La bandera de España se abrazó en el cielo con la senyera. Y las manos de cientos de miles de catalanes se ofrecieron para estrechar las de todos los que compartíamos, allí o en la distancia, una jornada que será símbolo de que la convivencia solo es posible desde el respeto al pluralismo, seña de identidad de esta España que es vanguardia de multiculturalismo integrador.

Pero, además, la realidad desnudó, con la contundencia de las imágenes y las palabras, el discurso oficial del secesionismo que quiere apropiarse de Cataluña, usando la escuela y TV3 para adoctrinar en el pensamiento único (pilar de las dictaduras) como valor? indispensable de la condición de catalán.

Y, además, la cobardía, la corrección política, la equidistancia o el uso en beneficio propio de la dramática situación que vivimos, convierten a los pilatos de hoy (que se lavan las manos) en cómplices o colaboradores necesarios de la traición.

En Galicia que, como el resto de España, ya es libre para tomar decisiones, se oyen voces (incluida la de algún juez) que proponen ¡un proceso parecido al del gobierno catalán!… Claro que me dan miedo. Porque creo que la escuela es objetivo principal del secesionismo gallego. Y ahí se gesta la más dolorosa consecuencia de ese proceso: la fractura social que alcanza, incluso, a las familias. Y me temo que algunas escuelas ya emiten señales preocupantes…