«La mayoría de los vértigos pasan solos, pero si persisten hay que consultar»

Jacobo Chao Vieites (A Estrada, 1972) lleva desde el 2005 en el servicio de Otorrinolaringoloxía del Arquitecto Marcide. Un área que ha ido renovándose en los últimos años. De hecho, cuenta que cuando llegó era el médico más joven y ahora está entre los cuatro mayores. Chao Vieites dedicará su intervención en la Charla Saludable del mes de abril a que los asistentes aprendan a diferenciar un vértigo de un mareo. Además, explicará por qué se producen los más comunes y qué hacer ante los más inquietan: los de la gente mayor y los niños pequeños.

-¿Cuándo es mareo y cuándo es vértigo?

-Cuando se tiene la sensación de que se mueve uno mismo, cuando se dice esa frase típica: ‘Se me va la cabeza’ pues estamos ante un mareo. Los otorrinos tratamos los vértigos y por eso es importante saber la diferencia: el vértigo es una ilusión de movimiento que tiene el paciente de él mismo y del entorno.

-¿Qué es más preocupante?

-Tanto el mareo como el vértigo con síntomas no son una enfermedad en sí mismos. Hay vértigos que pueden ser la manifestación de enfermedades graves, pero también hay mareos que pueden traducir dolencias serias. En cualquier caso, la mayoría de los vértigos se pasan solos, aunque si persisten hay que consultar, porque pueden denotar que hay un problema mayor.

-¿Qué es más frecuente?

-El vértigo supone el 30 % de las consultas de otorrino, la mayoría son benignos, pero tenemos que descartar patologías graves o dolencias que no lo son tanto, pero que afectan a la calidad de vida.

-¿Qué enfermedades graves están detrás de estas sensaciones?

-Los vértigos pueden tener un origen en la parte del oído, es cuando se llaman periféricos. Además, pueden tener otro origen central, en las vías que van del oído al cerebro. Estos últimos los causan enfermedades graves, degenerativas o tumores. Los del oído son menos trascendentes, aunque menoscaban la calidad de vida del paciente.

-¿Hay hábitos de vida que propicien mareos o vértigos?

-Los denominados tóxicos, como el alcohol, el tabaco, que produce alteraciones en el equilibrio. Llevar una vida saludable favorece que no aparezcan.

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