Cáritas alerta de que la pobreza se convierte en crónica y el albergue está lleno

b. a. FERROL

FERROL

En los seis primeros meses del año han detectado un descenso de demanda y menos trasiego de las personas sin hogar

23 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cáritas presentó las cifras de los servicios que ha prestado en los primeros meses de año y su diagnóstico de cómo está la situación: bajan las necesidades, las personas sin hogar se mueven menos, pero en algunos casos su pobreza se cronifica, es decir, aunque trabajen no ganan lo suficiente para llevar una vida digna.

Este mes el albergue de Caranza está lleno y por eso son fundamentales las soluciones que ellos pueden dar a los transeúntes, bien mediante sus nueve casas, de las que cuatro son de Cáritas y el resto cesiones en algunos casos bien desinteresadas, pues el propietario solo pide que se abonen los gastos corrientes.

Hay seis familias en esta situación (14 adultos y 15 menores) y diez personas solas que viven en estas viviendas o en pensiones que abona la entidad. Además, Cáritas ofrece un servicio de desayuno (al que acuden entre 70 y 80 personas cada mañana); de meriendas (entre 30 y 40); otro de ropero (atiende a 13 cada jornada) y uno de duchas, que se está dando en el albergue debido a las obras que se realizan en la sede de Cáritas.

El perfil de los usuarios de estas ayudas es el de un hombre (el 80 %) de 55 años, aunque hay necesitados de hasta 91 años y más de un 17 % no tiene estudios o no ha podido homologarlos en España al haberlos realizado en otros países. Todos estos datos se presentaron a la vez que una campaña, Hazte visible, que pretende dar voz a estas personas.