«Las ondas gravitacionales abren una nueva era en la astronomía»

FERROL

XOÁN A. SOLER

El profesor participa esta tarde en el ciclo «Imos contar ciencia» de la Biblioteca Municipal

10 nov 2016 . Actualizado a las 09:37 h.

Hoy • Biblioteca de la plaza de España • 19.30 horas

El doctor en Física Javier Mas Solé, profesor e investigador de la Universidad de Santiago desde el año 1990, estará esta tarde en la Biblioteca Central para hablar sobre el reciente descubrimiento de las ondas gravitacionales, que ya predijo Albert Einstein hace ahora un siglo. La charla se enmarca dentro del ciclo de divulgación científica Imos contar ciencia.

 -Para los profanos en la materia, ¿qué son las ondas gravitacionales?

-Las ondas en el agua se producen porque la superficie se curva, y esa pliegue se propaga radialmente a partir del punto en el que cayó la piedra. Desde el trabajo de Einstein, sabemos que el espacio-tiempo puede cambiar su geometría por la presencia de cuerpos en sus seno que lo curvan. De modo que las ondas gravitacionales son, esencialmente, ondas de geometría. Es el propio entramado del espacio el que se ondula y su propagación es la onda gravitatoria.

-¿Por qué son tan importantes las ondas gravitacionales?

-La Teoría de la Relatividad General de Einstein ha tardado tanto tiempo en verificarse experimentalmente que él mismo llegó a dudar de su existencia. Así que, por un lado, el descubrimiento de las ondas gravitacionales ha hecho de esta teoría uno de los pilares de la física más sólidos que nunca ha construido la mente humana. Por otro lado, desde un punto de vista experimental, sabemos que hay mucha materia que no emite luz y que, sin embargo, podemos percibir porque ejerce atracción sobre el resto del universo. Esta materia oscura es mucho más abundante que la luminosa, y sin embargo, no podemos verla con telescopios convencionales. Ahora sí podemos escucharla con telescopios gravitacionales. De hecho, todos los ejemplos detectados hasta la fecha se corresponden con agujeros negros. Con las ondas gravitacionales se abre una nueva era en la astronomía y ni sospechamos el tipo de objetos que podemos encontrar ahí fuera.

-¿A qué suenan esas ondas? ¿Su sonido se parece a algo que ya conocemos?

-En el espacio no hay aire, de modo que tenemos que convertir una señal ondulatoria en un sonido usando un altavoz. A partir de ahí, el sonido depende solo de la frecuencia y el contenido armónico de esa onda. ¿A qué suena? Pues eso depende de cada caso. En el espacio hay ahora muchas fuentes distintas y cada una suena de una manera distinta. Precisamente, la astronomía de oído consiste en adivinar qué está pasando ahí fuera con una simple escucha. De la misma manera que en el campo somos capaces de hacernos una idea del paisaje que nos rodea, incluso con los ojos cerrados. Quizás el sonido más cercano a muchas ondas gravitatorias sea el vuelo de un moscardón. En la fase final de una binaria, sin embargo, de manera universal se parecen todas a un pedo estrangulado.

-¿Cómo se comportan estas ondas?

-Cualquier masa que se mueve produce ondas gravitacionales. Lo que ocurre es que estas ondas son tan débiles que solo detectamos aquellas que proceden de sucesos muy violentos, como la colisión de grandes estrellas o agujeros negros. El paso de una onda gravitacional revela la dirección en la que ocurrió ese evento hace muchos millones de años y deforma las proporciones de los cuerpos, al igual que lo hace un espejo ondulado cuando nos vemos reflejados en él. Sin embargo, esta deformación es tan débil que no la podemos notar más que con aparatos de altísima precisión.