Sus cámaras no se limitan a efectuar la grabación tradicional. El dron cuenta además con cámaras térmicas e infrarrojas preparadas para detectar cuerpos en función de su temperatura que serían invisibles de otra forma para el ojo humano. Queda claro que sí, que este dron es una joya. Pero, ¿cuánto cuesta? «Unos veinte mil euros, aunque puede ser más dependiendo de los equipos que se le van incorporando. Por ejemplo, la cámara térmica es de unos dos mil euros, al igual que el escáner láser», precisa el director de Tecnología de la empresa de vigilancia. No obstante, no todo va a ser vigilar el interior. Para la zona externa se exhibió también un dron pensado para recepciones o eventos que conlleven la supervisión de lo que se encuentra al otro lado de la puerta. Eso sí, echar el vuelo en estos casos no es tan sencillo, puesto que lo tiene que permitir el espacio aéreo y el dispositivo ha de estar dirigido por un piloto homologado.
En ello está Prosegur, que ya está formando a algunos de sus empleados para que puedan pilotarlo llegado el momento. El inconveniente es el habitual en este tipo de tecnologías: la autonomía. Por el momento, solo dura entre quince y veinte minutos y necesitan una hora de carga. Ese sigue siendo su caballo de batalla.