Publica un testamento de 1803 donde consta que allí se enseñaba a leer y escribir
25 ene 2015 . Actualizado a las 10:53 h.Corría el año 1803. Quien entonces era el cura párroco de Serantes, Miguel Cateyano Romero, hacía testamento. Y al legar su herencia, el sacerdote tenía presentes tanto a los pobres que caían enfermos como a los niños que no tenían quien les enseñase a leer y a escribir: «...y en el remanente que quedare de todos mis bienes, derechos y acciones que tengo y tuviere en la feligresía de Serantes —reza el testamento, recuperado por David Corral y publicado en Estudios Mindonienses—, así muebles, alhajas, efectos como raíces, nombro (y) elijo por universal heredero al dicho Santo Hospital de Caridad de esta villa para ayuda de los pobres enfermos que en él se curan (...). Dos piezas, la una llamada de Pie del Monte que es labradío de diez o doce ferrados poco más o menos, y el prado que nombra de las Cortiñas (...), dejo para ayudar a sostener maestro de primeras letras en el Santuario de Nuestra Señora de Chamorro, en la propia feligresía». El nuevo número de la publicación histórico y humanística de la Diócesis de Mondoñedo Ferrol incluye también trabajos como el del profesor José Luis Sangil, de la Academia de San Rosendo, que dirige su mirada al legado documental de los monasterio de Sobrado y Monfero. Y también como los de Pedro Javier González Rodríguez, cuyo trabajo versa sobre el retablista Juan Antonio Domínguez de Estivada —cuya obra puede contemplarse tanto en Santa Marta de Ortigueira como en la iglesia de San Francisco en Ferrol—, y Margarita Sánchez, que continúa profundizando en la historia de San Sadurniño, que recibió la visita de Fray Antonio de Guevara, quien dejó constancia escrita de ello.