Enagás, el gestor técnico del sistema gasista español, acaba de firmar un acuerdo con un fondo gestionado por Deutsche Asset & Wealtg Management para adquirir el 30 % de Bahía de Bizkaia Gas (BBG) y Saggas, que explotan las terminales de Bilbao y Sagunto (Valencia). Una vez que se materialice la adquisición, que está pendiente de las aprobaciones de las autoridades reguladoras y si el resto de socios usan el derecho de compra preferente que tienen reconocido, Enagás tendrá presencia en todas las plantas de gas del país, a excepción de la gallega. Controlará totalmente las de Barcelona, Cartagena y Huelva y tendrá el 70 % de la vasca -actualmente cuenta con el 40 %- y el 30 % de la terminal valenciana.
En los últimos años, los responsables del gestor del sistema han subrayado la conveniencia de que bajo su tutela estuviesen todas las regasificadoras del país y esa estrategia es la que ha ido aplicando. Enagás también es propietaria de la planta de gas de Gijón, que no llegó a entrar en servicio y quedó hibernada en la última planificación, debido a la crisis económica y a la baja demanda del sector. Sin embargo, en este camino, nunca ha llegado a estar encima de la mesa la posibilidad de hacerse con el control de la planta gallega, pese a que hace también algunos años registró cambios en su capital, con la salida de uno de sus accionistas de referencia, Endesa, además de las cajas gallegas y el Banco Pastor. Los movimientos en el accionariado se saldaron con el incremento de las participaciones que ya ostentaban el Grupo Tojeiro y la Xunta y la entrada de un fondo australiano.
La planta de Reganosa, que es la más pequeña del país, ha estado, no obstante, en el punto de mira de Enagás, aunque la disponibilidad de los accionistas de la terminal gallega hacia una posible entrada del gestor del sistema han sido inexistentes.
De hecho, Enagas lideró en los noventa el primer proyecto para la puesta en marcha de una terminal regasificadora en la ría de Ferrol, en los terrenos en donde se ubica actualmente el puerto exterior. No obstante, finalmente quedó postergado y fue el Grupo Tojeiro el que inició los trámites para la materialización de la planta de gas gallega. Esta arrancó en el 2007 y es la única que opera en el noroeste, debido a la congelación del proyecto liderado por Enagás para la puesta en marcha de las instalaciones gasistas de Gijón, llamadas a competir con la mugardesa.
En marzo del pasado año, Reganosa, además de poder almacenar y ser titular de su red de gasoductos, ha sido autorizado a ser transportista de gas, condición que en España solo tiene también Enagás. Así, podrá desarrollar proyectos para la construcción y operación de nuevos gasoductos, en competencia con Enagás.