Afal estrena su bingo musical, con el que los mayores con Alzhéimer recuerdan canciones
05 ene 2015 . Actualizado a las 08:48 h.«La sabía», dice Paca mientras tararea Angelitos Negros. Y casi al mismo tiempo que empiezan a ondear las maracas de Machín, con esa expresión de tenerlo en la punta de la lengua, empieza a cantar sin saber que en realidad es una canción de la banda sonora de su vida. El milagro de la memoria consigue despertar esa parte de su cerebro que se niega a recordar. Y lo hace una vez a la semana gracias a una terapia de Afal: el bingo musical.
Se trata de una nueva iniciativa que está dirigida a esos enfermos de Alzhéimer que todavía se encuentran en su fase inicial. Allí los cartones cambian los números por las imágenes de cantantes como Rocío Dúrcal, Juan Pardo o Manolo Escobar. Los que les acompañaban cuando iban al baile. La terapeuta Alba Romero va uno a uno ofreciéndoles las treinta bolas numeradas previamente en el ordenador para que escojan una al azar. Como cada cifra se corresponde con una canción, esta empieza a sonar.
Reconocimiento
Es entonces cuando arranca el reconocimiento. «¿Qué canción es?, ¿quién la canta?», pregunta Romero. Pero lo verdaderamente emocionante es presenciar cómo todos ellos empiezan a cantar antes de saber responder a alguna de esas dos preguntas. Una vez que alguien identifica la canción y a su autor, tachan la fotografía del intérprete en el panel grande con el que cuentan de refuerzo, para descartarle de los que aún no han tocado. Y, por supuesto, colocan una ficha si tienen esa imagen en su cartón. Gana quien primero tache a los cinco cantantes.
Los objetivos de la actividad se centran en evocar el recuerdo pasado a través de la música, lo que se conoce como una terapia de reminiscencia. También busca estimular y mantener las capacidades mentales, trabajando aspectos como la atención, orientación, comprensión, lenguaje y comunicación. Con ello se logra que además los usuarios aumenten su autoestima, creando un ambiente de distensión donde se relacionan entre ellos y, lo más importante, disfrutan.
Una terapia «low cost»
Y todo ello con unos recursos de lo más asequibles. Los medios de los que hace uso Afal para desarrollar la terapia son el ordenador, los altavoces, las fichas, el panel grande con las fotos de los artistas, una caja con treinta bolas numeradas y las canciones correspondientes. No obstante, Milagros Prieto, la presidenta de la entidad, señala que como no podía ser de otra forma los mayores también reciben premios cuando ganan. «A veces se llevan unos bombones, una agenda... depende», indica. Lo que está claro es que para ellos no hay mayor premio que recordar, al menos, un pedacito de aquello que les hace tomar conciencia de quienes han sido y de quienes son.
TERAPIA con sonidos para el ESTÍMULO