Ence aboga por el diálogo con los productores para afrontar los retos que encara el sector

El cese de la producción de celulosa en su planta de Huelva, que Ence atribuye «al impacto de la reforma energética», se ha traducido ya «en un movimiento de compra de madera de la industria portuguesa hacia el sur de la Península», lo que deja a esta empresa como operador casi único del sector en Galicia. Las pasteras lusas «están interesadas en los cerca de 800.000 metros cúbicos de madera que cada año consumía Ence Huelva (...), con lo que reducen notablemente sus costes logísticos de aprovisionamiento, al tratarse de madera procedente de cultivos que están cerca de sus fábricas», constatan las mismas fuentes.

Ence, principal comprador de madera en Ferrolterra y Ortegal, ya antes de la marcha de las firmas del país vecino, aboga por «el diálogo permanente entre los productores y la industria, a partir de la confianza», para lograr «el mayor beneficio» para ambas partes y afrontar los nuevos retos que encara el sector forestal gallego. La compañía tiende la mano a los propietarios «para tratar de forma conjunta de fortalecer el sector y hacerlo más competitivo, como única manera de garantizar el futuro». En su opinión, el esquema ideal para afrontar las amenazas «es aquel en el que las personas y empresas que producen madera se sienten bien remuneradas y la industria puede abastecerse a precios competitivos». Desde el departamento de comunicación de Ence inciden en que «la continuidad de operaciones en la planta de Pontevedra y los avances en eficiencia, por parte del principal centro de transformación de madera gallega y de los productores, es fundamental». Mientras, los productores temen el impacto del «práctico monopolio» de Ence en los precios, sin «margen de maniobra» para combatirlo.

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