Un gesto

Beatriz García Couce
Beatriz Couce EN LA GRADA

FERROL

06 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de más de un año sumida en la parálisis, Navantia ha comenzado a tomar medidas para que la antigua Astano retome la actividad con los primeros trabajos de fabricación del Buque de Acción Marítima comprometido por el Gobierno. Capacidad le sobra para construir de forma íntegra el navío, pero la empresa repartirá su fabricación con el astillero ferrolano.

Aunque aún se desconoce qué porción de la obra asumirá, que el arranque de la obra vaya a efectuarse en la planta de Perlío es más que un gesto simbólico, que podría estar llamado a disipar las dudas de aquellos que temen que el proyecto presentado por la multinacional Gestamp para asentar en parte de la factoría una fábrica de producción de torres para la eólica marina vaya a suponer el cerrojazo a la construcción naval en el astillero.

A priori es una línea de negocio por la que está apostando Navantia, que está a la espera de que Iberdrola le encargue la fabricación de componentes para un macroproyecto en aguas del Mar del Norte. Es cierto que el uso privado de unas instalaciones públicas, que tanto recelo provoca siempre en el naval de la ría, se entendería mucho mejor si el dueño de los astilleros, la SEPI, arrojase más luz sobre el proyecto, que tal y como se ha planteado, viene a sumar al maltrecho entramado industrial de Ferrolterra. Porque pedirle a los trabajadores de Navantia unión y respaldo para una iniciativa que desconocen resulta una exigencia poco rigurosa. Si es una oportunidad, Madrid no debe enredarla durante meses y pronunciarse con urgencia.