Los progenitores se divorciaron, y fue entonces cuando empezó el conflicto
16 oct 2014 . Actualizado a las 10:40 h.La falta de entendimiento entre unos padres ha causado que un juzgado de Ferrol dictamine el ingreso de sus dos hijos en un centro de menores. El origen del caso se remonta al año 2008. Los progenitores se divorciaron, y fue entonces cuando empezó el conflicto. Ella acusó a su exmarido de haber abusado de los pequeños, que en la actualidad tienen 7 y 10 años. Un proceso del que el hombre salió indemne por falta de indicios y pruebas contra él.
Pero la cuestión de la custodia se enquistó. Desde que se consumó la separación y se dictaron medidas que confirieron la custodia a la madre, esta trató de impedir que los niños viesen a su padre. En todo momento y a pesar de la resolución judicial que anuló su acusación de pederastia, ella «disfrazaba» su oposición, en palabras del Ministerio Fiscal, «bajo la apariencia de respetar la supuesta voluntad de los menores».
Incumple el régimen de visitas
La Audiencia Provincial le instó a que cumpliese con el régimen de visitas en el punto de encuentro, advirtiéndole de que de lo contrario sufriría sanciones progresivas que podrían derivar en la pérdida de la custodia.
Ahora el Ministerio Fiscal le acusa de un delito de desobediencia grave, y pide para ella 10 meses de cárcel. El juez aprobó un informe presentado por la Dirección general de familia e inclusión de la Xunta el pasado 7 de octubre. Un documento en el que el organismo recomendaba apartar a los menores del núcleo familiar custodio para internarles temporalmente en un centro de protección.
El internamiento, que se evaluará a los tres meses y que es prorrogable por períodos de la misma duración, tiene como objetivo incluirles en un programa terapéutico y, transcurrido el período de observación, comenzar los contactos tanto con el padre como con la madre. La defensa del progenitor, ejercida por Margarita Durán, presentará un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial para que los niños puedan estar con la familia paterna, con la que sí se relacionan, y no en el centro.