Feijoo espera que a partir de enero se construyan «todo tipo de buques» en Ferrol

EFE BRUSELAS

FERROL

El presidente de la Xunta asiste en Bruselas al VI Foro sobre la política de Cohesión

10 sep 2014 . Actualizado a las 09:17 h.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, confía en que los astilleros públicos de Ferrol puedan empezar a construir desde el próximo enero todo tipo buques, una vez finalice el veto impuesto por la Comisión Europea al naval civil.

Feijoo, que asiste en Bruselas al VI Foro sobre la política de Cohesión, ha señalado en un encuentro con la prensa que con el levantamiento del veto a la construcción civil, previsto a partir del 1 de enero de 2015, «se abre un nuevo periodo».

«Estamos a punto de conseguir el levantamiento de esa suspensión de la construcción civil en Ferrol y yo espero en los meses que nos quedan, poder acreditar que, a partir de enero, hay posibilidades de construir todo tipo de barcos en los astilleros públicos».

«Siempre hemos sido partidarios de cumplir las obligaciones de la Unión Europea (UE) para poder decir que en los astilleros públicos gallegos se puede hacer cualquier tipo de barco», añadió.

El presidente de Galicia ha recordado, no obstante, que habrá que esperar a la constitución de la nueva Comisión Europea, que se prevé sea presentada este miércoles, ya que «será el nuevo comisario de Competencia el que tendrá que ratificar que a partir de enero se levanta esa prohibición».

Por otra parte, considera que tanto la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) como Navantia, tienen que ir preparándose «en ese nuevo escenario» y que «su política comercial tiene que ampliarse y dedicarse a sectores del ámbito del petróleo, del ámbito del mercante y gasístico, no solo buques militares».

Asimismo, el titular de la Xunta sostiene que en Ferrol se «debe poner más énfasis en otro tipo de industria y no sólo vivir del monocultivo del naval, sino también ampliar las posibilidades instaladas en una industria auxiliar, que no solamente sabe hacer barcos, sino que sabe hacer muchas otras cosas».

El veto a los astilleros públicos de Ferrol se había impuesto como castigo, tras la concesión por el Gobierno español en el 2004 de ayudas consideradas ilegales por la UE.

Las autoridades españolas aceptaron las restricciones europeas y una reconversión a cambio de conservar las factorías.