El obispo Sánchez Monge nombra tres nuevos canónigos para la catedral de Mondoñedo

La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol acaba de hacer público el nombramiento, por parte del obispo Sánchez Monge, de tres nuevos canónigos catedralicios. Se trata de Benito Méndez Fernández (Ribadeo, 1958), catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca; de Gonzalo Varela Alvariño (Cospeito, 1963), profesor del Instituto Teológico Compostelano; y de José Velo Nieto (Ponteceso, 1936), Promotor de Justicia del Tribunal Eclesiástico. Con el nombramiento de estos tres canónigos, Sánchez Monge refuerza de manera decidida el cabildo de la catedral mindoniense, una institución de indiscutible prestigio, de cuyo seno forman parte dos prelados de honor de Su Santidad el Papa (Monseñor Enrique Cal Pardo y Monseñor Eugenio García Amor), pero cuya media de edad es excepcionalmente alta, dada la presencia de canónigos octogenarios e incluso, en algún caso, nonagenarios. La catedral de Mondoñedo tiene un lugar de honor en la historia de la Iglesia hispana, como principal basílica de una diócesis que es heredera directa de la peculiarísima cristianización de la Galicia del Norte; una cristianización que llevaron a cabo, entre los siglos V y VI, prelados celtas llegados de las islas británicas, a los que los historiadores franceses llamaron obispos errantes y entre los que se encontraba el legendario Mailoc. Pero tiene un lugar de honor, también, y eso es algo que importa subrayar, en la historia de la cultura. Obispo de Mondoñedo fue, en el siglo XVI, Fray Antonio de Guevara, escritor magnífico a quien Cervantes cita en el prólogo del Quijote. Y desde entonces, tanto entre sus prelados como entre sus canónigos, han abundando los teólogos, los escritores y los historiadores de primer orden. Historiadores como su actual deán, Monseñor Cal Pardo, uno de los grandes medievalistas españoles, que a sus 92 años sigue llevando a cabo una intensa actividad investigadora.

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