Tal y como ya hizo la dotación de la fragata F-101 durante su despliegue en el Índico, la Cristóbal Colón (F-105), ahora al mando del operativo de la OTAN antipiratería Ocean Shield, continúa ganándose la confianza de las fuerzas vivas de distintos puntos de Somalia.
Tal y como informaba ayer la Armada, recientemente la unidad recibió la visita del alcalde y cuatro líderes locales del pueblo de Xabo, situado en la costa norte somalí. Este acto se enmarca dentro de las líneas de acción de la operación de la Alianza Atlántica, «que persiguen incrementar la confianza de la población local en la labor de los militares desplegados en la zona, proporcionar apoyo frente al fenómeno de la piratería e intercambiar información diversa»
El alcalde y los cuatro líderes locales embarcaron por la escala real y fueron recibidos por el comandante de la Cristóbal Colón, capitán de fragata Enrique Núñez de Prado. Una vez a bordo, tuvieron la oportunidad de realizarse un breve chequeo médico en la enfermería del buque.
A continuación se dirigieron a la cámara de oficiales, donde se mantuvo un encuentro en el que intercambiaron impresiones con los marinos españoles. Para concluir su estancia a bordo, realizaron un recorrido por el buque, visitando la cubierta principal, el castillo, el puente, el hangar y la cubierta de vuelo.
¿Por qué se le da tanta importancia a esta tarea por parte de la Alianza Atlántica? Porque Somalia continúa todavía siendo un Estado fallido, sin un Gobierno capaz de enderezar por sí mismo la situación de la piratería.
De ahí la relevancia de estas visitas protocolarias y del acercamiento a los responsables de poblaciones en las que puede germinar -o ya lo hizo en su día- la piratería como opción de vida. Se trata, en definitiva, de una tarea diplomática que se añade a las labores propias de patrulla por el golfo de Adén para garantizar el tránsito seguro de los mercantes.
Por otro lado, ha trascendido que la escala prevista a mediados de mayo por parte de la F-105 en Islas Mauricio ha sido anulada. En cambio, se amarrará en Dubái entre el 6 y el 12 del presente mes. La decisión, al parecer, se ha tomado dada la distancia geográfica a recorrer para recalar en Islas Mauricio. Se pretende garantizar así la operatividad de la misión.