El naval pone el punto de mira en la UE

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

FERROL

CÉSAR TOIMIL

Dos de los proyectos vitales de los astilleros de la ría tienen que resolverse en Bruselas

27 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El naval de la ría tiene puesto hoy más que nunca el foco de atención en las próximas elecciones europeas. Pese a que para muchos ciudadanos despiertan menos interés que los comicios locales, autonómicos o estatales, las decisiones que se toman en la Cámara comunitaria han tenido una repercusión directa en la situación por la que están atravesando las factorías públicas de Navantia.

¿Cuáles son los proyectos pendientes de decisión en Bruselas?

La construcción del dique flotante que se demanda para la división de Reparaciones y las limitaciones a la construcción civil que pactó el anterior Ejecutivo socialista con la UE cuando se creó Navantia, que le impide que su facturación civil sea superior al 20 % de las ventas totales de la compañía y excluye de ese mercado a las plantas de Fene y San Fernando.

¿En qué fase se encuentra la consulta a la UE del dique flotante?

En julio del pasado año, el Gobierno español realizó a la administración comunitaria una consulta para saber si el proyecto del dique podría colisionar con la normativa en materia de ayudas públicas. Después de que la Comisaría de la Competencia le reclamase a España información adicional sobre el proyecto, su estructura financiera y las cuentas de Navantia, el Ejecutivo remitió el día 4 de marzo esa documentación. Ya han pasado dos meses -nueve desde el inicio de la consulta- y sigue sin haber respuesta adicional. La proximidad de los comicios europeos hacen poco probable que el pronuncimiento de los órganos de gobierno comunitarios llegue en las próximas semanas. El naval ferrolano demanda desde hace tres años esa infraestructura por cuanto incrementaría la competividad de la división de Reparaciones y además, en su fase de fabricación, garantizaría trabajo para unos mil operarios al año, y en su operación, supondría la creación de otros 300 puestos. Sin embargo, el freno, primero del Gobierno español, y después, el enredo burocrático de Bruselas, ha paralizado su materialización.

¿Qué sucede con el veto a la construcción civil?

Las limitaciones a la construcción civil entraron en vigor el 1 de enero del 2005, por un período de diez años. Finalizan, pues, el 31 de diciembre de este ejercicio. Sin embargo, para la antigua Astano las prohiciones se remotan a tres décadas atrás, ya que quedó excluido del mercado de fabricación de buques mercantes en la primera reconversión, cuando el Gobierno de Felipe González condenó a la factoría concentrando en esta planta la reducción de cuota de los astilleros públicos que le exigía la UE para el ingreso de España en el mercado único. Los últimos Gobiernos se habían comprometido a negociar la caída de estas limitaciones y la liberalización del astillero pero no lo han cumplido. Ahora restan poco más de ocho meses para que se caiga el veto, pero ni la UE ni el Gobierno español han concretado los planes que tiene para el astillero de Fene, aunque los trabajadores sostienen que, en materia de instalaciones y maquinaria, está plenamente capacitado para llevar a cabo cualquier tipo de obra.

¿Qué otras decisiones comunitarias afectan a los astilleros?

El regimen del tax lease para la construcción de buques mercantes. Aunque ya hay un sistema nuevo aprobado -después de que el anterior fuese denunciado por astilleros holandeses y España fuese condenada por Bruselas ya que entendió que se habían concedido bonificaciones ilegales- prácticamente aún no se ha puesto en marcha. En el caso de Navantia, el mayor proyecto que se negocia actualmente en el ámbito civil es la construcción de un buque gasero para Gas Natural, que estaría operado por la naviera Knutsen. Entre las condiciones económicas que pueden hacer más competitiva la oferta de los astilleros públicos españoles se encuentra el nuevo régimen de incentivos fiscales para la fabricación de buques. El pedido, esperado por Navantia después de que los cuatro anteriores que contrató la empresa se los llevasen astilleros asiáticos, podría resolverse en torno al próximo verano.

una industria estratégica ante los comicios europeos

Los trabajadores de Navantia y de sus compañías auxiliares han aprobado un nuevo calendario de movilizaciones directamente enfocado a presionar a las organizaciones políticas, fundamentalmente al PP, que gobierna en todas las administraciones, para que cumplan con las promesas realizadas al sector, que incluyen el dique flotante, más carga de trabajo y la supresión de las limitaciones a la construcción civil. «Esta campaña electoral é fundamental porque as decisións que nos afectan tómanse a nivel europeo», afirmó Ignacio Naveiras, portavoz del comité de empresa de Navantia Ferrol. En este sentido, han programado movilizaciones para el próximo día 8 y las jornadas previas a las comicios.